La pigmentación oral es una afección relativamente común que puede afectar cualquier parte de la cavidad bucal. Se conocen múltiples causas, que pueden variar desde simples mecanismos iatrogénicos, como la implantación de amalgama dental, hasta trastornos médicos complejos, como el síndrome de Peutz-Jeghers. Los irritantes locales, como fumar, también pueden provocar melanosis en diversos grados. [1] Las lesiones pigmentadas orales son el resultado de una hiperplasia celular que puede variar desde nevos benignos hasta melanoma oral fatal. Las entidades pigmentadas pueden surgir de fuentes intrínsecas y extrínsecas. El color puede variar desde marrón claro hasta negro azulado. El color depende de la fuente del pigmento y de la profundidad del pigmento del que se deriva el color. La melanina es marrón, pero imparte un color azul, verde o marrón al ojo. Este efecto se debe a las propiedades físicas de absorción y reflexión de la luz descritas por el fenómeno o efecto de luz Tyndall. Las afecciones orales asociadas con un aumento de melanina son comunes; sin embargo, los debidos a hiperplasias melanocíticas son raros.