Francine Touzard Romo, Mariam Aziz, Britt Livak, Emily Huesgen, Ben Colton, Timothy P. Flanigan, Blake Max y Harold Kessler
Antecedentes: La nefrotoxicidad asociada al tenofovir (TDFN) es bien conocida. Este estudio describe la tendencia de recuperación de la función renal y las consecuencias virológicas después de la interrupción del tenofovir (TDF) por sospecha de TDFN. Métodos: Se realizó una revisión retrospectiva de historias clínicas de 241 pacientes que se sometieron a pruebas del alelo HLA-B*5701 entre enero de 2007 y diciembre de 2010. Se compararon las características demográficas y clínicas al inicio, a los 3, 6 y 12 meses entre los pacientes que continuaron y los que interrumpieron el TDF. Los factores asociados con la recuperación de la función renal se evaluarán mediante regresión logística multivariable. Resultados: Se identificaron ochenta pacientes con TDFN; 84% varones, 74% afroamericanos (AA) con una edad media de 55 años y una duración media del uso de TDF de 122 semanas. La recuperación renal a los 12 meses fue diferente en aquellos que suspendieron TDF versus (vs.) continuaron (83% vs. 57% p=0,03). En un análisis crudo, la enfermedad renal crónica basal se comprometió negativamente con la recuperación renal (p=0,01). Un análisis ajustado mostró que aquellos que suspendieron TDF tuvieron 3,76 probabilidades más altas de recuperación renal en comparación con aquellos que no suspendieron TDF (IC del 95%: 1,26-11,27, p=0,02). No hubo diferencias significativas en la respuesta virológica después de cambiar TDF a un agente alternativo. Conclusión: En población esta mayoritariamente masculina AA con sospecha de TDFN, la interrupción de TDF se fortaleció con la recuperación de la función renal sin afectar la supresión viral.
Ibrahim S. Abd-Elazem y Ru Chih C. Huang
Objetivo: La integrasa (IN) es una enzima esencial para la replicación del VIH-1 que ha sido un objetivo de la terapia con medicamentos antirretrovirales. Dado que las variantes emergentes del VIH-1 con frecuencia se han vuelto clínicamente resistentes a los agentes antirretrovirales, es necesario desarrollar inhibidores alternativos de la IN. Métodos: Probamos los inhibidores de la IN, M522 y M532, contra cepas del VIH-1 clínicamente resistentes a los medicamentos antirretrovirales (AZT, inhibidores no nucleósidos de la transcriptasa inversa, el medicamento IN raltegravir, inhibidores de la proteasa); tipo salvaje y clínico aislado de pacientes infectados por VIH. Realizamos estudios de desintegración para mostrar la interacción de M522 y M532 con el dominio catalítico central de la IN del VIH-1 y experimentos de tiempo de adición del medicamento para determinar el paso de inhibición de la replicación viral. Probamos la selección del VIH-1 con M522 y M532 para examinar la aparición de nuevos virus resistentes a los medicamentos. Se calculó el recuento de células CD4+ para varios grupos de células infectadas con VIH, células tratadas y no tratadas con M522 y M532 para evaluar su efecto protector. Resultados: M522 y M532 inhibieron la replicación de cepas de VIH-1 (tipo salvaje; resistentes a fármacos; aislados clínicos de pacientes infectados; y cepas de laboratorio) con alta potencia. Estos inhibidores interactuaron con el dominio catalítico central de IN de VIH-1 y bloqueando su actividad, impidiendo la integración viral. M522 y M532 interfirieron con la replicación viral precisamente en el paso de integración. El virus VIH-1 no desarrolló resistencia a M522 y M532 durante 20 pases virales (160 días). Estos inhibidores de IN protegieron a las células infectadas de los efectos citopáticos y se encontró que los recuentos de células CD4+ de estas células tratadas con M522 y M532 eran idénticos a los de las células no infectadas. Conclusión: M522 y M532 son potentes contra cepas clínicamente aisladas de pacientes infectados por VIH, cepas de tipo salvaje y cepas clínicamente resistentes, especialmente el virus resistente al raltegravir. El desarrollo de M522 y M532 como nuevos fármacos insensibles a las mutaciones destinadas a proteger las células T CD4+ durante la infección por VIH en ensayos clínicos está en curso.
Ann Stewart, David Wong y Soo Chan Carusone
Los pacientes complejos con múltiples comorbilidades rara vez se incluyen en estudios aleatorios de gran escala. Como resultado, se sabe poco sobre el manejo óptimo de estos casos. Los dos siguientes casos ocurrieron en un período de seis meses en 2013 y fueron vistos en Casey House, un centro comunitario especializado en VIH/SIDA en Toronto, Canadá. Ambos casos implicaban una agresión grave al hígado que se cree que fue una lesión hepática inducida por fármacos (DILI) causada por darunavir. En el primer caso, el paciente A, un hombre de 50 años con un recuento de CD4 de 454 células/mm3, presentó ascitis a tensión, ictericia y edema de los pies. Había comenzado recientemente una nueva combinación antirretroviral que incluía darunavir. Se suspendieron los medicamentos antirretrovirales, la función hepática mejoró y su ascitis se redujo con paracentesis e infusiones de albúmina. Se identificó hepatitis B crónica. El paciente comenzó un nuevo régimen antirretroviral eficaz para la hepatitis B. Su insuficiencia hepática se resolvió y continúa viviendo bien en la comunidad. En el caso B, una mujer de 49 años con recuento de CD4 de 20 células/mm3 y complejo Mycobacterium avium (MAC) y hepatitis C comenzó a recibir un régimen basado en darunavir. Presentó dolor abdominal, ictericia, aumento de las pruebas de función hepática y anemia. Se suspendieron los medicamentos para el VIH y luego se reanudaron. Sus síntomas empeoraron. Finalmente, se suspendieron todos los medicamentos. Aunque el hígado del paciente comenzó a recuperarse, su recuento de CD4 permaneció muy bajo y el paciente desarrolló neumonía por neumocistis (PJP) y murió. Estos casos se presentan con el objetivo de comprender mejor el darunavir y su posible toxicidad. Se revisará la literatura sobre la toxicidad del darunavir en el contexto de una comorbilidad compleja.
Abigail Eaton, Ariane van Der Straten, Stephen Shiboski, Janet Saul y Nancy Padian
En este artículo se examina la asociación entre la violencia de pareja y la regularidad en el uso del preservativo en una cohorte urbana estadounidense de parejas serodiscordantes al VIH. Se utilizan datos de hombres y mujeres del California Partners Study II de una cohorte étnicamente mixta de 145 parejas de bajos ingresos en el área de la bahía de San Francisco. Se observará una asociación significativa entre el uso inconsistente del preservativo y el abuso físico y las relaciones sexuales forzadas: el riesgo de uso inconsistente del preservativo era el doble para quienes sufrían abuso físico (OR, 2,2; IC del 95%, 1, 1, 4,1). El uso de drogas inyectables y los antecedentes de comportamiento bisexual también se asociaron con el uso inconsistente del conservante. El abuso físico tendía a ser recíproco entre las parejas (OR, 3,2; IC del 95%, 1,9, 5,6). Nuestros hallazgos sugieren que las intervenciones eficaces para reducir la violencia de pareja y/o reducir el uso de drogas inyectables en parejas serodiscordantes al VIH podrían conducir a una menor transmisión del VIH.
Alexandra Yannoutsos, Davide Agnoletti, Julie Peroz-Froz, Camille LY, Helene Lelong, Jirar Topouchian, Jacques Gilquin, Segolene Boucly, Hafeda Rostane, Michel E Safar, Jean-Paul Viard y Jacques Blacher
Objetivo: Los pacientes con infección por VIH siguen experimentando tasas de mortalidad cardiovascular (CV) más altas, incluso si se logra una supresión viral adecuada. Además, la insuficiencia de vitamina D, una afección común en pacientes con infección por VIH, se asocia cada vez más con el riesgo CV. Por lo tanto, pretendemos investigar las relaciones entre los parámetros inmunológicos, la terapia antirretroviral, la vitamina D plasmática y los parámetros arteriales, incluida la rigidez aórtica y las reflexiones de onda, en pacientes con infección por VIH que lograron la supresión viral pero posiblemente sigan. teniendo un mayor riesgo CV. Métodos: Realizamos un estudio transversal que incluyó a 178 pacientes de mediana edad con infección por VIH. La infección por VIH se controló en un gran número de participantes, representante de un entorno del mundo real. Además del grosor de la íntima media carotídea (IMT), los parámetros hemodinámicos centrales incluyen la velocidad de la onda de pulso aórtica (PWV), el índice de aumento carotídeo (AIx) y la amplificación de la presión del pulso (PPA) medidos de forma no invasiva mediante tonometría de aplanación. Resultados: La VOP aórtica fue ligeramente pero no significativamente mayor que los valores teóricos obtenidos en la población general según la edad y la presión arterial, y fue independiente de los parámetros relacionados con el VIH. En los análisis univariados y multivariados, la AIx carotídea se correlacionó positivamente con el recuento actual de células T CD4 y la PPA se correlacionó positivamente con la vitamina D, independientemente de otros factores de confusión. Ningún parámetro relacionado con el VIH o la vitamina D entraron en el análisis multivariado del IMT/placa carotídeos. Conclusión: En nuestra población con tratamiento crónico, la infección por VIH no se compromete con un aumento de la rigidez aórtica, pero sí con una tensión positiva entre el recuento actual de células T CD4 y el grado de AIx, lo que sugiere que los pacientes con un recuento de células T CD4 más alto pueden tener mayores reflexiones de onda. La calificación positiva entre la vitamina D y la PPA sugiere que la deficiencia de vitamina D puede estar asociada de forma independiente con la hemodinámica central alterada en pacientes infectados por VIH bien controlados. Estos hallazgos deben confirmarse en estudios prospectivos.
Stephen M Arpadi, Stephanie Shiau, Charlotte Marx-Arpadi y Michael T Yin
Antecedentes: Los niños y adolescentes que adquieren la infección por VIH en etapas tempranas de la vida, ya sea de forma perinatal, a partir de productos sanguíneos contaminados o por transmisión sexual, tienen la mayor exposición acumulada a los efectos negativos directos e indirectos de la Infección por VIH y la TAR sobre los huesos. Esto puede conducir a un mayor riesgo de osteoporosis y fracturas durante la vida. Realizamos una revisión sistemática para evaluar la literatura sobre la salud ósea en niños y adolescentes con VIH. Métodos: Realizamos una búsqueda exhaustiva en las bases de datos Medline, Scopus y Cochrane Library (hasta el 1 de abril de 2014) de estudios que informarán sobre imágenes óseas o fracturas óseas en niños, adolescentes o adultos jóvenes infectados por VIH. Resultados: Un total de 32 publicaciones cumplieron con nuestros criterios de inclusión. Diecisiete estudios fueron transversales y 15 longitudinales. La mayoría de los estudios se realizaron en países de ingresos altos, tres en países de ingresos medios y ninguno en países de ingresos bajos. En general, los estudios que revisamos indican que las medidas de masa ósea están reducidas, con una mayor prevalencia de baja EMD en niños y adolescentes con VIH. Sin embargo, los estudios son muy variables con respecto a las fuentes de comparación, los métodos de medición, las técnicas de ajuste para el tamaño corporal o el retraso del crecimiento y los factores de riesgo destacados, incluidos los aspectos relacionados con la exposición a medicamentos. , así como los efectos de la infección por VIH en sí. Conclusiones: La infección por VIH parece estar asociada con una disminución de la acumulación ósea a lo largo de la infancia y la adolescencia. La acumulación ósea subóptima puede persistir durante la infancia y la adolescencia y dar lugar a una reducción de la masa ósea máxima, un determinante importante del riesgo futuro de osteoporosis y fracturas. Las áreas importantes para la investigación futura incluyen la evaluación de la masa ósea, la calidad ósea y el riesgo de fracturas a lo largo del ciclo de vida entre las personas con infección temprana por VIH, particularmente en entornos con recursos limitados donde vive la mayoría de los niños con VIH.
Rajlakshmi Chongtham, Asima Bhattacharyya y Mohan Kumar
Objetivo: La zidovudina, el primer fármaco antirretroviral utilizado para prevenir la transmisión vertical de la infección por VIH, fue administrado a mujeres embarazadas sin que existiera ninguna prueba adecuada de su seguridad para el feto. El presente experimento tiene como objetivo estudiar a nivel de microscopio óptico el efecto de la zidovudina en el feto expuesto al fármaco en el útero. Material y método: Sesenta ratones suizos fueron divididos en dos grupos: control (n=20) y experimental (n=40). Se administró una dosis de 50 mg/kg/día por vía oral al grupo experimental y una cantidad equivalente de solución salina normal al grupo control. El fármaco se administró desde el día 8 al día 16 de gestación y el día 19 se sacrificó al animal. Los fetos recolectados después de la laparotomía se fijaron en formalina neutra al 10% y luego se sometieron a estudio con microscopio óptico para evaluar los cambios histopatológicos. Se analizaron secciones teñidas con H&E de hígado, pulmón, riñón, cerebro y ovario materno. Resultado: Se observará degeneración de grasa del hígado, cambios degenerativos en la sección renal, dilatación de los alvéolos con adelgazamiento de la pared alveolar y degeneración microquística en la corteza cerebral. El ovario materno del grupo experimental tenía un cuerpo lúteo pequeño. Conclusión: La administración intrauterina de ZDV afecta a múltiples tejidos. Se necesitan más estudios a nivel ultraestructural.
Dellamonica P, Katlama C, Cabié A, Texier N y Finkielsztejn L
Antecedentes: Investigamos si la tolerancia y durabilidad eran diferentes según la presencia o ausencia de coinfección (virus de la hepatitis B y/o hepatitis C) entre una cohorte de pacientes VIH-1 tratados con un régimen que contenía fosamprenavir/r (FPV/r). ). Métodos: Se reconocieron datos de 7 grandes centros médicos de referencia para el VIH en Francia. Seleccionamos pacientes adultos infectados por VIH-1 que estaban recibiendo una combinación antirretroviral que incluía FPV/r entre enero de 2004 y diciembre de 2007. Se registró la fecha y el motivo de la interrupción del FPV/r. El tiempo hasta la interrupción del tratamiento se analizó mediante el método de supervivencia de Kaplan Meier. Resultados: En total, se analizaron 1279 pacientes tratados con un régimen que contenía FPV/r en el período del estudio, de los cuales el 20% no había recibido TAR (terapia antirretroviral). 460 pacientes estaban coinfectados con hepatitis (el 13% no había recibido TAR), el 74% con VHC, el 17% con VHB y el 6% con ambos. 263 pacientes coinfectados (57,2%) y 469 pacientes monoinfectados (57,2%) interrumpieron el régimen que incluía FPV/r después de una duración media de 23 meses, sin diferencias entre los pacientes coinfectados y no coinfectados, a los 23, 2 meses (IC del 95%: 19,3-27,7) y 23,0 meses (IC del 95%: 20,3-25,5), respectivamente. Los problemas de tolerabilidad fueron la principal razón para la interrupción temprana y entre ellos los efectos adversos gastrointestinales (GI) fueron los más frecuentes. Conclusión: En resumen, la terapia antiviral que incluye FPV/r proporciona una durabilidad similar en pacientes coinfectados con VIH/VHC o VHB que en pacientes monoinfectados con VIH, tanto para pacientes naïve como experimentados.
Jane Hitti, Elias K Halvas, Lu Zheng, Constantinos G Panousis, Joseph Kabanda, Frank Taulo, Nagalingeswaran Kumarasamy, Jean William Pape, Umesh Lalloo, Heather Sprenger, Karin L Klingman, Ellen S Chan, Deborah McMahon y John W Mellors
Antecedentes: La dosis única intraparto de nevirapina (sdNVP) reduce la transmisión perinatal del VIH-1, pero selecciona la resistencia a la NVP entre las madres y los lactantes. Evaluamos la frecuencia de la resistencia a los antirretrovirales entre los lactantes con infección intrauterina por VIH-1 expuestos a sdNVP ya la terapia antirretroviral prenatal o durante la lactancia materna. Métodos: Este análisis incluyó a 429 lactantes de África subsahariana, India y Haití, cuyas 422 madres recibieron sdNVP más el tratamiento materno del estudio. Al inicio, las madres tenían CD4 >250/μL y no habían recibido TAR excepto ZDV prenatal según el estándar de atención local. El tratamiento materno del estudio comenzó durante el parto e incluyó ZDV/3TC, TDF/FTC o LPV/r durante 7 o 21 días en un diseño factorial aleatorio. Los lactantes recibieron el tratamiento del estudio sdNVP y ZDV si el estándar de atención local era el estándar. Se obtuvieron muestras de ARN o ADN del VIH infantil y muestras para genotipo al nacer y en las semanas 2, 4 y 12; los bebés que alguna vez fueron amamantados también fueron evaluados en las semanas 16, 24, 48 y 96. Las muestras de bebés infectados con VIH-1 se analizaron para resistencia a medicamentos por genotipo poblacional (ViroSeq). Las mutaciones de resistencia a NVP o NRTI se evaluarán utilizando la lista de mutaciones IAS-USA. Resultados: La transmisión perinatal del VIH-1 ocurrió en 17 (4,0%) bebés, incluidas 12 infecciones intrauterinas. Se detectaron mutaciones de resistencia entre 5 (42%) bebés infectados intrauterinos; de estos, 3 tenían mutaciones que conferían resistencia a NVP solo, 1 tenía resistencia a NRTI solo y 1 tenía mutaciones de resistencia de clase dual. Entre los 2 bebés con mutaciones NRTI, una (K70R) probablemente se transmitió por vía materna y una (K65R) ocurrió en el contexto de la exposición de la lactancia materna a la terapia antirretroviral materna. Conclusiones: Los lactantes con infección intrauterina por VIH corren el riesgo de contraer mutaciones de resistencia a causa de la exposición a los medicamentos antirretrovirales maternos durante el parto o la lactancia. Se necesitan nuevos enfoques para reducir el riesgo de resistencia a los antirretrovirales en estos lactantes.
Maha A. Al-Mozaini, Michael K. Mansour, Abdullah A. Al-Hokail, Magid A. Mohmed, Munirah A. Bin Daham, Hail M. Al-Abdely, Husn H. Frayha, Fahad A. Al-Rabiah, Sami H. Alhajjar, Salmaan Keshavjee, Chaker N. Adra y Abdulrahman A. Alrajhi
Antecedentes: Las características clínicas de la infección por VIH-1 en personas que habitan en países de África occidental, subsahariana y sudeste asiático son bien conocidas. Sin embargo, hay muy poca información disponible con respecto a la infección por VIH-1 y el resultado del tratamiento en los países MENA, incluidos los estados del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG). Métodos: Se recopilaron longitudinalmente las características clínicas, demográficas y epidemiológicas de 602 pacientes infectados por VIH-1 seguidos en la Clínica de Enfermedades Infecciosas para adultos del Hospital Especialista Rey Faisal y Centro de Investigación, en Riad, Reino de Arabia Saudita, un centro de referencia terciario desde 1989 hasta 2010. Resultados: De los 602 pacientes infectados por VIH-1 en este período de observación, el 70% eran varones. El principal modo de transmisión del VIH-1 fue el contacto heterosexual (55%). En el momento del diagnóstico, se encontraron infecciones oportunistas en el 49% de los pacientes, siendo la más común la neumocisitis. También se observa neoplasia asociada al SIDA en el 6% de los pacientes. Al final del período de observación, 147 pacientes (24%) de la cohorte murieron. La tasa de mortalidad alcanzó su pico en 1992, con 90 muertes por 1000 personas-año, mientras que la tasa de mortalidad disminuyó gradualmente a <1% entre 1993 y 2010. En 2010, el 71% de los pacientes estaban recibiendo terapia retroviral altamente activa. Conclusiones: Estos datos describen las características clínicas de los pacientes infectados por VIH-1 en un importante hospital de referencia terciario en Arabia Saudita durante un período de 20 años. El inicio de la terapia antirretroviral resultó en una reducción significativa tanto de la morbilidad como de la mortalidad. Se necesitan estudios futuros en el diseño e implementación de estrategias de tratamiento y prevención dirigidas para la infección por VIH-1 en Arabia Saudita.
Nayana Ingole, Supriya Paranjpe, Purva Sarkate, Ujwala Kawane, Mukti Mody, Sameer Shinde y Preeti Mehta
Introducción: La realización de pruebas y asesoramiento sobre el VIH se asocia a una reducción de las conductas de riesgo. No todas las personas que reciben asesoramiento y pruebas previas a la prueba vuelven a recibir asesoramiento posterior a la prueba. Por lo tanto, es imperativo identificar a los clientes positivos cuando acuden por primera vez a hacerse la prueba. Objetivos: Determinar el perfil demográfico de los clientes VIH positivos que visitan nuestro centro. Métodos: Se analizaron los datos obtenidos mediante pruebas de VIH de los clientes desde enero de 2012 hasta diciembre de 2012. Se evaluaron como variables independientes la edad, el sexo, la educación, la ocupación y el estado civil. El análisis consistió en datos descriptivos de tablas de frecuencia, medios, intervalos de confianza y análisis de regresión logística multinomial. Resultados: Se realizó la prueba de anticuerpos contra el VIH a un total de 14.239 personas. Se excluyeron ocho muestras del análisis. 987 (6,94%) muestras dieron positivas. En comparación con las personas mayores de 50 años, las del grupo de edad de 35 a 49 años y de 25 a 34 años tenían 2,6 y 1,4 veces más posibilidades de ser positivos, respectivamente. Los hombres tenían 1,6 veces más posibilidades de ser positivos que las mujeres. Los analfabetos tenían 2,2 veces más posibilidades de ser positivos que los individuos con un nivel de educación superior al décimo. Los jornaleros del grupo socioeconómico bajo tenían 1,5 veces más posibilidades de ser positivos que las amas de casa. En comparación con los individuos casados, los divorciados/separados y viudos/as tenían más de cuatro veces la posibilidad de ser positivos. Un cliente directo tenía 12 veces más posibilidades de ser positivo en comparación con los pacientes derivados. Conclusiones: En nuestra población de pacientes, un cliente masculino directo en el grupo de edad de 25 a 49 años que no tiene un alto nivel de educación, un jornalero y que está separado/divorciado/viudo/a tiene un riesgo significativamente mayor de ser positivo. Se le debe realizar la prueba, informar, aconsejar para el cambio de comportamiento y la práctica de sexo seguro y vincularlo a un programa de atención y apoyo preferiblemente el mismo día.
Lubov I Kolesnikova, Sergey I Kolesnikov, Marina Darenskaya, Lyudmila Grebenkina, Elena Timofeeva, Olga Leshenko, Natalya Semenova, Nadejda Kurashova y Olga Vanteeva
La patogenia de la coinfección VIH/hepatitis B y/o C está lejos de ser comprendida; Sin embargo, algunos estudios han demostrado su relación con el estrés oxidativo. Debido a que el estrés oxidativo (dienos conjugados y reactivos de ácido tiobarbitúrico) y los sistemas de defensa antioxidante (actividad de superóxido dismutasa, α-tocoferol, glutatión reducido y oxidado) tenían parámetros diferentes en 26 mujeres con monoinfección VIH y 27 mujeres con coinfección. VIH/hepatitis B y/o C (sin signos de SIDA), se evaluaron. Se utilizaron métodos fluorofotométricos espectrales. El análisis estadístico se realizó mediante métodos paramétricos y no paramétricos. La evaluación encontró que mientras que los niveles de dienos conjugados eran significativamente más altos, la actividad de superóxido dismutasa (SOD) y los niveles de α-tocoferol fueron significativamente más bajos en mujeres con coinfección VIH/hepatitis B y/o C que en aquellas con monoinfección VIH. Al mismo tiempo, durante la terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA), los niveles medios de dienos conjugados y reactivos de ácido tiobarbitúrico fueron más bajos; la actividad de SOD y los niveles de α-tocoferol fueron más altos en pacientes monoinfectados con VIH que en aquellos con coinfección por VIH/hepatitis B y/o C (sin signos de SIDA). Este resultado se caracterizó por un estrés oxidativo más pronunciado.
Tadesse Fikre Lema
Antecedentes: Se ha establecido claramente que la transmisión de madre a hijo es la causa de la mayoría de las infecciones por VIH en niños menores de 15 años en los países en desarrollo. El asesoramiento y la prueba del VIH son un punto de entrada importante para la prevención del VIH y para el acceso temprano al tratamiento, la atención y el apoyo. La voluntad de aceptar el asesoramiento y la prueba del VIH es el componente clave y un punto de partida de los esfuerzos generales de prevención del VIH y representa una oportunidad crítica para detener la marea de la epidemia del VIH. Objetivo: Evaluar la voluntad de las clientas de atención prenatal para el asesoramiento y la prueba del VIH. Métodos: Se realizó un estudio transversal institucional en 321 mujeres embarazadas que asistieron a atención prenatal durante el período de estudio utilizando un cuestionario estructurado, probado previamente y administrado por un entrevistador de marzo a abril de 2012 en las instituciones de salud gubernamentales de Asella. Los datos se recopilaron utilizando una técnica de muestreo conveniente y luego se ingresaron en Epi-info y se analizaron utilizando el software SPSS. Resultado: Entre las mujeres estudiadas, 291 (90,7%) estaban dispuestas a recibir asesoramiento y pruebas del VIH. La asociación más fuerte se encontró con la paridad, el número de visitas de atención prenatal y el riesgo percibido de VIH. Las mujeres primíparas tenían una probabilidad 12 veces mayor de estar dispuestas a recibir asesoramiento y pruebas de VIH que las madres nulíparas (AOR=12,33, IC del 95%=1,25,121,57), y también aquellas que habían tenido 2 o más visitas de atención prenatal tenían una probabilidad 9,6 veces mayor de estar dispuestas a recibir asesoramiento y pruebas de VIH que aquellas que habían tenido solo 1 visita (AOR=9,64, IC del 95%=1,93,48,28 ). Las mujeres que se percibían a sí mismas como libres de riesgo de contraer VIH tenían una probabilidad mayor de estar dispuestas a recibir asesoramiento y pruebas de VIH que sus contrapartes (AOR=0,08, IC del 95%=0,01,0, 41). Conclusión: Este estudio reveló un alto nivel de conciencia sobre la prevención de la transmisión del VIH de madre a hijo entre las mujeres embarazadas que asistieron a atención prenatal, y se obtuvo una proporción relativamente mayor de disposición para recibir asesoramiento y pruebas de VIH en comparación. con otros estudios.
Quen J Cheng, Elysia M Engelage, Tristan R Grogan, Judith S Currier y Risa M Hoffman
Antecedentes: Las comorbilidades no relacionadas con el SIDA están surgiendo como los principales problemas de salud para quienes viven con el VIH, y la atención primaria para esta población es un desafío en evolución. Estudios recientes han planteado la cuestión de si los especialistas o los generalistas son los más adecuados para proporcionar atención primaria del VIH, pero los patrones de uso reales de los pacientes y las preferencias de los pacientes y los proveedores no se han estudiado en profundidad. Métodos: Encuestamos de forma anónima a 98 pacientes y ocho proveedores especializados en VIH sobre los patrones de uso y las preferencias de atención primaria en una clínica académica de VIH en Los Ángeles que atiende a pacientes asegurados. Resultados: El cincuenta y nueve por ciento de los pacientes utilizan a su médico de VIH como su proveedor de atención primaria, y el 84% preferiría este modelo. Los médicos estaban divididos sobre su papel preferido, y cinco de cada ocho deseaban proporcionar tanto atención primaria como atención del VIH. Los ocho médicos calificaron su comodidad con la terapia antirretroviral y las infecciones oportunistas como mayor que para las comorbilidades no relacionadas con el SIDA. El ochenta y uno por ciento de los pacientes y siete de los ocho proveedores apoyaron la idea de tener un médico de atención primaria ubicado en la clínica de VIH. Conclusiones: Llegamos a la conclusión de que los pacientes prefieren la integración del VIH y la atención primaria, pero los proveedores tienen un deseo variable de actuar como médicos de atención primaria y pueden sentirse incómodos con las comorbilidades no relacionadas con el SIDA. Esto plantea la necesidad de mejorar la comunicación entre pacientes y proveedores sobre las necesidades de atención primaria y requiere nuevas formas de proporcionar sistemáticamente atención primaria a los pacientes infectados por el VIH.
Joseph A. Simonetti, Matthew R. Gingo, Lawrence Kingsley, Cathy Kessinger, Lorrie Lucht, Balasubramani GK, Joseph K. Leader, Laurence Huang, Ruth M. Greenblatt, John Dermand, Eric C. Kleerup y Alison Morris
Antecedentes: Las personas con infección por VIH suelen tener anomalías de la función pulmonar, incluida la obstrucción del flujo aéreo y el deterioro de la difusión, que pueden ser más frecuentes entre los consumidores de drogas recreativas. Hasta la fecha, la relación entre el consumo de drogas y las anomalías de la función pulmonar entre las personas con VIH sigue sin estar clara. Objetivo: Determinar las asociaciones entre el consumo de drogas recreativas y la obstrucción del flujo aéreo, el deterioro de la difusión y el enfisema radiográfico en hombres y mujeres con VIH. Métodos: Análisis transversal de la función pulmonar y los datos de consumo de drogas recreativas autoinformados de una cohorte de 121 hombres y 63 mujeres con VIH. Los resultados primarios fueron la presencia (sí/no) de: 1) obstrucción del flujo aéreo (volumen espiratorio forzado en 1 segundo/capacidad vital forzada <0,70 antes o después del broncodilatador); 2) deterioro moderado de la difusión (capacidad de difusión del monóxido de carbono <60 % del previsto); y 3) enfisema radiográfico (>1 % de los vóxeles pulmonares <-950 unidades Hounsfield). Las exposiciones de interés fueron la frecuencia del uso de drogas recreativas, el uso reciente de drogas (desde la última visita del estudio) y cualquier uso de drogas en la vida. Utilizamos regresión logística para determinar las asociaciones entre el uso de drogas recreativas y los resultados primarios. Resultados: Los hombres y mujeres infectados por VIH informaron el uso reciente de drogas recreativas en el 56,0% y el 31,0% de sus visitas del estudio, respectivamente, y el 48,8% de los hombres y el 39,7 % de las mujeres informaron el uso de drogas desde su última visita al estudio. El uso de drogas no se involucra con obstrucción de las vías respiratorias o enfisema radiográfico en hombres o mujeres. El uso reciente de crack se utiliza de forma independiente con un deterioro moderado de la difusión en mujeres (odds ratio 17,6; intervalo de confianza del 95% 1,3-249,6, p = 0,03). Conclusiones: En este análisis transversal, encontramos que el uso de drogas recreativas era común entre los hombres y mujeres infectados por VIH y el uso reciente de crack se comprometió con un deterioro moderado de la difusión en mujeres. Dada la creciente prevalencia de la infección por VIH, cualquier relación entre el consumo de drogas y la prevalencia o gravedad de las enfermedades pulmonares crónicas podría tener un impacto significativo en el manejo del VIH y otras enfermedades crónicas.
Nisha Andany, Juan Liu, Robert Remis, Rupert Kaul, Wangari Esther Tharao y Mona R Loutfy
La displasia cervical y el cáncer son más comunes y agresivos en mujeres VIH positivas y la prueba de Papanicolaou (Pap) permite su identificación y tratamiento tempranos. Las pautas recomiendan la detección anual para esta población. Este estudio transversal evaluó la prevalencia y correlaciones de la prueba de Papanicolaou auto-reportada entre mujeres VIH positivas de África y el Caribe que completaron un cuestionario administrado por ACASI. Los participantes fueron reclutados a través de un centro de salud comunitario en Toronto, Canadá. El historial de pruebas de Papanicolaou se evaluó con una sola pregunta que preguntaba cuándo se realizó la última prueba. La regresión logística examinó correlaciones de la prueba de Papanicolaou en el año anterior. La mediana de edad de las 126 mujeres participantes era de 40 años (RIC = 34-46); el 53,2% eran de África Oriental y el 16,7% del Caribe. El 69,9% y el 82,1% de las mujeres se habían realizado una prueba de Papanicolaou en el año anterior y tres años, respectivamente; el 10,6% nunca se había hecho la prueba. Edad: 35-49 vs. >50 años (OR=6.7,95%,IC=1.7-25.1), estar en Canadá por >2 años (OR=4.6,95%,IC=1.6-13.5), tener >2 parejas sexuales (OR=3.4,95%,IC=1.1-10.7) o haber visto a un médico de familia dentro de los 6 meses anteriores (OR=2.6,95%,IC=1.1-6.2) se asociaron significativamente con la realización de la prueba de Papanicolaou en el último año. En conclusión, el 70% de las mujeres participantes realizaron la prueba de Papanicolaou en el último año. Se debe buscar el desarrollo de programas para llegar al 30% de mujeres que no se realizó la prueba de Papanicolaou; especialmente para el 10% que nunca se realizó la prueba de Papanicolaou.
Luchuo Engelbert Bain y Elvis Enowbeyang Tarkang
Antecedentes: La prevención de la transmisión de madre a hijo del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) sigue siendo una oportunidad que no se debe desaprovechar si se prevén en el futuro descensos notables de la morbilidad y la mortalidad asociadas al VIH. Hoy en día, muchas mujeres embarazadas, tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo, siguen siendo atendidas en salas de parto con un estado serológico al VIH desconocido o temible. Las tensiones éticas que surgen de las estrategias obligatorias (opt in) o consentidas (opt out) en relación con las pruebas de VIH en la sala de parto siguen sin resolverse. Conclusión: Este artículo presenta algunas vías desatendidas y potencialmente útiles que podrían explotarse especialmente en entornos de alta prevalencia del VIH, como el África subsahariana. Los autores también destacan áreas clave para futuras investigaciones.
Elaine Regina Delicato de Almeida, Andréa Name Colado Simão, HelenaKaminamiMorimoto, Ana Paula Kallaur, Tamires Flauzino, Daniela Frizon Alfieri, Jair Aparecido de Oliveira, LuisToshio Ueda, Marcel Alysson Batisti Lozovoy, Isaias Dichi, Maria AngelicaEhara Watanabe y Edna Maria Vissoci Reiche
Objetivo: El objetivo de este estudio fue evaluar la asociación entre el polimorfismo PvuII en el intrón 15 del receptor de lipoproteína de baja densidad (LDLR) y la dislipidemia en individuos infectados por inmunodeficiencia humana tipo 1 (VIH-1). Métodos: El estudio incluyó 355 pacientes infectados por VIH-1 [100 sin tratamiento antirretroviral y 255 con terapia antirretroviral de gran actividad (HAART)]. El polimorfismo PvuIILDLR se utiliza métodos de PCR-RFLP y el perfil lipídico se evaluó mediante los niveles séricos de colesterol total (COL), triglicéridos (TG), colesterol de lipoproteína de baja densidad (LDL-C) y colesterol de lipoproteína de alta. densidad (HDL-C). Resultados: Los pacientes que recibieron TARGA mostraron niveles más elevados de COL, TG y LDL-C que los que no recibieron TARGA (207,0 frente a 175,0 mg/dL, p<0,0001; 167,0 frente a 119 ,5 mg/dL, p<0,0001, y 124,2 frente a 102,9 mg/dL, p=0,0003, respectivamente). La frecuencia de pacientes con niveles elevados de COL, TG y LDL-C fue mayor entre los que recibieron TARGA que entre los que no recibieron TARGA (86,6% frente a 67,4%, p<0,0001; 80,9 % frente a 69,7%, p=0,0380, y 74,4% frente a 62,6%, p=0,0339, respectivamente). La frecuencia de los genotipos PvuIILDLR no difirió entre los pacientes según los niveles de COL, TG y LDL-C (p>0,05). Sin embargo, la frecuencia de niveles elevados de HDL-C fue mayor entre los pacientes portadores del genotipo P2P2 (11,8% frente a 5,6%, p=0,0398). Conclusiones: Los resultados subrayaron que la TARGA se asocia con dislipidemia en algunos pacientes infectados por VIH-1, pero no en todos ellos. Además, los resultados sugieren que el genotipo P2P2 del polimorfismo PvuIILDLR podría estar modulando en parte el efecto de la TARGA y la infección por VIH-1 en los niveles de HDL-C y
Mindy Ma, Toni Young A, Marcus Durham, Jeffrey L Kibler, Zaneta Gaul, Sherri Pals y Madeline Y Sutton
Los afroamericanos en los Estados Unidos (EE. UU.) se ven afectados desproporcionadamente por el VIH. El desarrollo de una vacuna contra el VIH es una parte importante del conjunto de herramientas de prevención y tratamiento del VIH y puede ayudar a contribuir a poner fin a la epidemia del VIH. Hasta la fecha, los ensayos de vacunas contra el VIH no han involucrado a un número representante de afroamericanos. Evaluamos la disposición de los afroamericanos a participar en ensayos de vacunas contra el VIH e identificamos correlatos de la disposición a participar (DAP) mediante una encuesta a afroamericanos con bajo y alto riesgo de infección por VIH en un estudio transversal multicéntrico. Inscribimos a 1.452 participantes; 59% mujeres heterosexuales; 21% hombres heterosexuales; 20% hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (HSH). Más de la mitad de los participantes (58%) expresaron algún nivel de disposición a participar en ensayos de vacunas contra el VIH. Los análisis multivariables revelaron que varias variables estaban relacionadas positivamente con la disposición a pagar por la vacuna: conducta de riesgo de VIH, conocer a alguien con VIH/SIDA, apoyo social para la participación en ensayos, alta percepción de riesgo, protección percibida si se participa en un ensayo, altruismo y mayor tolerancia a la naturaleza ambigua de los ensayos (p<0,01). El énfasis en los factores contextuales relacionados con las experiencias personales con el VIH, incluido el conocimiento de alguien con VIH y el apoyo de la comunidad a la investigación, puede proporcionar estrategias efectivas para involucrar a los afroamericanos en futuros ensayos de vacunas contra el VIH.
Najib Aziz, Anthony W Butch, Joshua J Quint and Roger Detels
Objective: To evaluate the association of bone turnover biomarkers with blood levels of alkaline phosphatase (ALP), bone-specific alkaline phosphatase (BAP), osteocalcin (OC), tartrate-resistant acid phosphatase (TRAP), parathyroid hormone (PTH), and other blood markers in HIV-1 infected men receiving anti-retroviral therapy (ART). Advances in the treatment of HIV-1 infection have extended the life span of HIV-1 infected individuals. However, these advances may come at the price of metabolic side effects and bone disorders, including premature osteopenia, osteoporosis and osteonecrosis. Methods: Analyses of Ostase BAP, osteocalcin, and TRAP in blood were measured in three groups of MACS participants: 35 HIV-1 infected men on ART (A); 35 HIV-1- infected men not on ART (B); and 34 HIV-1 uninfected men (C). Results: The mean and standard deviation results for groups A, B, and C were 19.7 ± 6.56, 17.2 ± 3.96, and 16.9 ± 5.78 for ostase BAP; 7.9 ± 9.53, 8.5 ± 8.30, and 5.5 ± 1.65 for osteocalcin; and 3.9 ± 1.04, 3.1 ± 0.81, and 2.5 ± 0.59 for TRAP, respectively. Simple and multivariate analyses showed significant differences in mean TRAP and BAP concentrations between the three groups. In addition strong correlations between blood levels of Ostase BAP and TRAP (r=0.570, p=0.0004), and between blood levels of Ostase BAP and PTH (r=0.436, P=0.0098) for HIV-1 infected men on ART were observed. Conclusion: New strategies for measurement of blood and urine biochemical markers of bone formation and resorption during bone turnover can be useful for clinical monitoring of treatment of HIV-1 infected patients. Recently developed methods for measuring serum levels of TRAP and Ostase BAP represent superior laboratory tools for assessing the hyperactivity of osteoclasts, osteoblasts and bone loss in HIV-1 infected individuals receiving ART. Measurements of TRAP and BAP as bone turnover biomarkers are economical and are important for monitoring bone metabolism during ART and the need for osteoporosis treatment.
Sheila M Barry, Alfredo J Mena Lora and Richard M Novak
With more than 35 million infected in over thirty years, the HIV pandemic has been a unique challenge to the scientific community. The development of effective anti-retroviral therapy has decreased morbidity and mortality of those infected with HIV, but a comprehensive approach that includes effective prevention strategies will be needed to curb this unique pandemic. Vaccines remain the best option, but the development of a safe and effective preventive HIV vaccine has defied decades of research. Over 30 products have been tested in more than 85 trials, but no safe and effective vaccine has been developed yet. Despite these setbacks, these decades of research have broadened the understanding of HIV immunopathogenesis and closer to the goal of a successful HIV vaccine. In 2009, a primeboost vaccine demonstrated an efficacy of 31.2%. This trial, RV144, signaled hope for the future and served as proof of concept that an effective HIV-1 vaccine is possible. Understanding the unique obstacles in HIV vaccine development has been key in creating breakthroughs and tracing a path forward. The complexity of this challenge has required innovative approaches to vaccine development. Future HIV preventive vaccine candidates may target multiple immune pathways. Strategies such as cytotoxic vaccines, envelope targets and antibodies such as broadly neutralizing antibodies or monoclonal antibodies may work in concert to achieve protection from HIV acquisition. An effective HIV preventive vaccine is ever near.