Quen J Cheng, Elysia M Engelage, Tristan R Grogan, Judith S Currier y Risa M Hoffman
Antecedentes: Las comorbilidades no relacionadas con el SIDA están surgiendo como los principales problemas de salud para quienes viven con el VIH, y la atención primaria para esta población es un desafío en evolución. Estudios recientes han planteado la cuestión de si los especialistas o los generalistas son los más adecuados para proporcionar atención primaria del VIH, pero los patrones de uso reales de los pacientes y las preferencias de los pacientes y los proveedores no se han estudiado en profundidad. Métodos: Encuestamos de forma anónima a 98 pacientes y ocho proveedores especializados en VIH sobre los patrones de uso y las preferencias de atención primaria en una clínica académica de VIH en Los Ángeles que atiende a pacientes asegurados. Resultados: El cincuenta y nueve por ciento de los pacientes utilizan a su médico de VIH como su proveedor de atención primaria, y el 84% preferiría este modelo. Los médicos estaban divididos sobre su papel preferido, y cinco de cada ocho deseaban proporcionar tanto atención primaria como atención del VIH. Los ocho médicos calificaron su comodidad con la terapia antirretroviral y las infecciones oportunistas como mayor que para las comorbilidades no relacionadas con el SIDA. El ochenta y uno por ciento de los pacientes y siete de los ocho proveedores apoyaron la idea de tener un médico de atención primaria ubicado en la clínica de VIH. Conclusiones: Llegamos a la conclusión de que los pacientes prefieren la integración del VIH y la atención primaria, pero los proveedores tienen un deseo variable de actuar como médicos de atención primaria y pueden sentirse incómodos con las comorbilidades no relacionadas con el SIDA. Esto plantea la necesidad de mejorar la comunicación entre pacientes y proveedores sobre las necesidades de atención primaria y requiere nuevas formas de proporcionar sistemáticamente atención primaria a los pacientes infectados por el VIH.
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