Nayana Ingole, Supriya Paranjpe, Purva Sarkate, Ujwala Kawane, Mukti Mody, Sameer Shinde y Preeti Mehta
Introducción: La realización de pruebas y asesoramiento sobre el VIH se asocia a una reducción de las conductas de riesgo. No todas las personas que reciben asesoramiento y pruebas previas a la prueba vuelven a recibir asesoramiento posterior a la prueba. Por lo tanto, es imperativo identificar a los clientes positivos cuando acuden por primera vez a hacerse la prueba. Objetivos: Determinar el perfil demográfico de los clientes VIH positivos que visitan nuestro centro. Métodos: Se analizaron los datos obtenidos mediante pruebas de VIH de los clientes desde enero de 2012 hasta diciembre de 2012. Se evaluaron como variables independientes la edad, el sexo, la educación, la ocupación y el estado civil. El análisis consistió en datos descriptivos de tablas de frecuencia, medios, intervalos de confianza y análisis de regresión logística multinomial. Resultados: Se realizó la prueba de anticuerpos contra el VIH a un total de 14.239 personas. Se excluyeron ocho muestras del análisis. 987 (6,94%) muestras dieron positivas. En comparación con las personas mayores de 50 años, las del grupo de edad de 35 a 49 años y de 25 a 34 años tenían 2,6 y 1,4 veces más posibilidades de ser positivos, respectivamente. Los hombres tenían 1,6 veces más posibilidades de ser positivos que las mujeres. Los analfabetos tenían 2,2 veces más posibilidades de ser positivos que los individuos con un nivel de educación superior al décimo. Los jornaleros del grupo socioeconómico bajo tenían 1,5 veces más posibilidades de ser positivos que las amas de casa. En comparación con los individuos casados, los divorciados/separados y viudos/as tenían más de cuatro veces la posibilidad de ser positivos. Un cliente directo tenía 12 veces más posibilidades de ser positivo en comparación con los pacientes derivados. Conclusiones: En nuestra población de pacientes, un cliente masculino directo en el grupo de edad de 25 a 49 años que no tiene un alto nivel de educación, un jornalero y que está separado/divorciado/viudo/a tiene un riesgo significativamente mayor de ser positivo. Se le debe realizar la prueba, informar, aconsejar para el cambio de comportamiento y la práctica de sexo seguro y vincularlo a un programa de atención y apoyo preferiblemente el mismo día.
Comparte este artículo