Un trasplante de cara es un procedimiento quirúrgico para reemplazar total o parcialmente la cara de una persona. En este caso, prácticamente todo el rostro de Norris se transformó en uno completamente nuevo debido al trasplante de tejidos de piel y rasgos faciales del donante.
Durante la cirugía, los médicos primero cortan y despegan la cara del donante. La cantidad de cara que se extrae y se trasplanta depende de si el procedimiento es un trasplante de cara parcial o total. Dependiendo de la magnitud del daño en la cara del receptor, los cirujanos tomarán no sólo la piel sino también la grasa, los músculos, los cartílagos, los nervios, las arterias y las venas subyacentes. Usando agujas e hilo microscópicos, los cirujanos primero conectarán arterias y venas al nuevo tejido para suministrarle la sangre rica en oxígeno que necesita para vivir. Sólo unas pocas conexiones de arterias y venas garantizarán que fluya suficiente sangre a la cara. Los cirujanos también conectarán los nervios y músculos para que el paciente tenga sensación y movimiento en su rostro. Los médicos cubrirán el rostro del donante sobre el cráneo del receptor, lo ajustarán para que quepa y lo coserán en su lugar. El receptor deberá tomar medicamentos inmunosupresores por el resto de su vida para prevenir el rechazo de tejidos.