Marnia Ihekaikie
Patients with advanced Chronic Heart Failure (CHF) are inclined to decrease renal capacity due to poor renal perfusion and abundance vasoconstriction. The intense administration of patients with decompensated CHF is frequently muddled by worry for precipitating deteriorating renal capacity. Despite the fact that diuretics and Angiotensin-Converting Enzyme Inhibitors (ACEIs) work on cardiovascular yield and for the most part work on renal perfusion in patients with decompensated CHF, a few patients have deteriorating of renal capacity. When aggravated renal dysfunction does occur, doses of ACEIs and diuretics are often reduced or with held in an attempt to preserve renal function. This training might be improper in patients with diligently raised filling tensions and low cardiovascular yield. Exasperated renal dysfunction may in this way drag out the intense therapy period of CHF, defer the help of indications, and result in imperfect dosing of ACEIs— specialists with portion subordinate long term good results in CHF.
Marnia Ihekaikie
El seguimiento urológico minucioso de los candidatos y beneficiarios de trasplantes renales suele descubrir carcinoma de próstata en una fase inicial. Dos pacientes que se sometieron a un trasplante renal por enfermedad terminal también se sometieron a una prostatectomía perineal revolucionaria por carcinoma de próstata limitado, 3 años después de la unión en un paciente y 4 años antes de la unión en el otro. La forma perineal de tratar la prostatectomía podría funcionar con un trasplante renal posterior y evitar daños al aloinjerto.
Aschalew Fikru Hiruy1, Qianqian Xiong1, Xiaolei Guo1, Li Li1, Qiman Jin1, Jing Zhao1, Xuechun Lin1, Shuiqing He1, Chenjiang Ying1,3 y Xuezhi Zuo2*
Antecedentes: El sulfato de indoxilo (IS) y el sulfato de p-cresol ( p CS) son dos toxinas urémicas importantes derivadas del intestino que se acumulan en pacientes con enfermedad renal crónica (ERC). Se ha informado que contribuyen en gran medida a la enfermedad cardiovascular (ECV) tanto en estudios epidemiológicos como en modelos animales. El presente estudio se realizó para explorar si el IS y el p CS contribuyen a la ECV al acelerar los factores de riesgo cardiovascular en pacientes en diálisis peritoneal (DP).
Métodos: Se realizó un estudio transversal en 119 pacientes con EP. Se midieron los valores séricos de IS y p CS mediante cromatografía de líquidos de ultraalta resolución y espectrometría de masas en tándem (UPLCMS/MS), y los parámetros metabólicos implicados en el riesgo cardiovascular se midieron mediante un analizador de bioquímica automática. Se realizaron modelos de regresión lineal univariados y multivariados para determinar la asociación entre las variables independientes (IS y p CS) y los índices clínicos. Se utilizaron modelos de regresión logística ajustados por variables múltiples para estimar los odds ratios (OR, intervalos de confianza (IC) del 95 %).
Resultados: La mediana del IMC de los pacientes con EP fue de 20,10 (18,95, 22,90) kg/m2 . Las medianas de las concentraciones séricas de IS y p CS fueron de 22,46 (13,45, 29,92) mg/L y 12,41 (5,29, 24,45) mg/L, respectivamente. Se observaron asociaciones significativas positivas entre la concentración sérica de IS y la duración de la EP, la creatinina, la prealbúmina, el fósforo, el magnesio y la β2-microglobulina (β2-m), con un coeficiente de correlación r y un valor p correspondientes de 0,22 (P=0,020), 0,48 (P<0,001), 0,32 (P<0,001), 0,34 (P<0,001), 0,28 (P=0,002), 0,50 (P<0,001). Además, se observaron asociaciones estadísticamente significativas negativas entre IS y tasa de filtración glomerular estimada (TFGe) -0,46 (P < 0,001). Además, se indicó una asociación positiva significativa entre p CS y albúmina 0,32 (P < 0,001).
Conclusiones: Los índices clínicos séricos fueron factores de riesgo cardiovascular dependientes del aumento de los niveles de IS y p CS, que contribuyen a la ECV en pacientes en diálisis peritoneal. En el futuro, se deben realizar investigaciones sobre el mecanismo para explorar la causalidad.
Randah Abdullah Dahlan1*, Guzaiz Noha H2 and Almarwni Abdulhakim A1
Background and objectives: Renal biopsy is an essential diagnostic tool used by nephrologists to establish the diagnosis of many glomerular diseases. The absence of an adequate biopsy sample may affect the course of management of patients who may suffer from a serious underlying disease requiring an early initiation of therapy. We conducted a quality improvement project aiming to assess the rate of adequate percutaneous native kidney biopsy samples in the absence of on-site microscopic examination of samples. Furthermore, the project also aimed to study the effect of some variables on the adequacy rate.
Methods: We included all percutaneous native kidney biopsies performed between January 1, 2017, and December 31, 2020. We excluded allograft renal biopsies from this study. Data were retrospectively collected; and included: patient-related data, procedure-related data, and biopsy results-related data. The sample was labeled as adequate if at least ten glomeruli were seen on light microscopy, and at least one glomerulus on immunofluorescence and one glomerulus on electron microscopy. Biopsies not fulfilling the aforementioned criteria were labeled as inadequate.
Results: Out of 82 percutaneous native kidney biopsies, 35 biopsies (43%) were adequate and the remaining 47 biopsies (57%) were inadequate. When comparing the adequate versus the inadequate group we found that the age, gender, weight, BMI, operator, needle size, number of passes, and the number of cores were the same in both groups.
Conclusion: Our study demonstrates the high rate of inadequate renal biopsy samples associated with the lack of on-site microscopic examination of samples. Age, gender, weight, BMI, operator, needle size, number of passes, and number of cores did not affect the rate of the adequacy. The small sample size represents a limitation of this study.
Lucy Lu
El trasplante renal plantea nuevas dificultades en los niños, como el tratamiento eficaz de la enfermedad renal terminal. La disponibilidad de riñones, los problemas técnicos quirúrgicos, el tratamiento de inmunosupresión, el desarrollo y el desarrollo, y las consideraciones sociales afectan el tratamiento de la enfermedad renal terminal en los niños. Además, los niños tienen una mayor propensión a las anomalías básicas del tracto urinario inferior en comparación con los adultos con enfermedad renal adquirida. La literatura es controvertida en lo que respecta a la estandarización de la disfunción del tracto urinario antes, durante o después del trasplante. Sin embargo, la necesidad y el momento de la expansión siguen sin respuesta.