Yang Zhao
Las características de las poblaciones ocultas (por ejemplo, la población de usuarios de drogas inyectables) no se pueden estudiar utilizando procedimientos estándar de muestreo y estimación. Este artículo considera métodos para estimar la proporción de la población oculta utilizando la red social. Comparamos la técnica de muestreo y estimación del muestreo impulsado por el encuestado con el procedimiento de muestreo simplificado basado en el modelo de cadena de Markov y analizamos la equivalencia de estos procedimientos. Estos procedimientos no proporcionan fórmulas para estimar las varianzas de sus estimadores debido a las complejidades de sus métodos. Describimos un procedimiento de muestreo simplificado para recopilar datos tanto sobre la población como sobre su red social, y proporcionamos una fórmula simple para estimar la proporción de la población de manera eficiente. Además, derivamos una fórmula para calcular una estimación de la varianza del estimador propuesto utilizando el método delta. Se proporciona un estudio de simulación para ilustrar el nuevo método de muestreo y estimación.
Lucia Yunquera-Romero, Rocío Asensi-Díez, Juan Carlos del Rio-Valencia, Aranzazu Linares-Alarcón, Isabel Muñoz-Castillo y Manuel Ángel Castaño-Carracedo
Introducción: Monoterapia con inhibidores de la proteasa potenciados (IP/r): La monoterapia con darunavir/ritonavir (DRV/r) o lopinavir/ritonavir (LPV/r) solo se proporciona en las principales guías de tratamiento en pacientes VIH pretratados para prevenir la toxicidad asociada con inhibidores de la transcriptasa inversa análogos de nucleósidos/nucleótidos (INTI), reducir costos y simplificar el tratamiento antirretroviral. Para iniciar la monoterapia con IP/r, según las guías de GESIDA 2016, los pacientes deben cumplir los siguientes criterios: ausencia de hepatitis B crónica, carga viral plasmática <50 copias/mL durante al menos 6 meses y ausencia de mutaciones de inhibidores de la proteasa o fallas virológicas previas a IP/r. Actualmente, no existen estudios que evalúen la eficacia y seguridad de la monoterapia con DRV/COBI. Métodos: Este estudio prospectivo analizó pacientes VIH pretratados con monoterapia con DRV/r que fueron cambiados a monoterapia con DRV/COBI. El objetivo del estudio es describir la efectividad y seguridad de la monoterapia con DRV/COBI. Resultados: Se evaluaron 78 pacientes. En total, 11,53% (9/78) de los pacientes desarrollaron “blips” (carga viral plasmática: 50-200 copias/ml) en nuestro estudio y cuatro pacientes tuvieron una carga viral ≥ 200 copias/mL. Doce pacientes (15,38%) cambiaron a otro tratamiento antirretroviral, por lo que en la semana 48 solo 66 de los 78 pacientes continuaron con monoterapia con DRV/COBI. Tres pacientes continuaron con “blips” en la semana 48. A pesar de los “blips”, rebotes virológicos y cambio de tratamiento, el 95,45% (63/66) de los pacientes con monoterapia con DRV/COBI se mantuvieron con una carga viral <37 copias/mL en la semana 48 de seguimiento. Además, se había producido un ligero aumento en el recuento de células T CD4+ en la semana 48 de seguimiento. En cuanto a la seguridad, no se observaron diferencias significativas en el perfil lipídico, la función hepática (transaminasas) y la función renal entre la monoterapia con DRV/r y DRV/COBI. Conclusiones: La monoterapia con DRV/COBI parece ser eficaz y segura (perfil lipídico, función hepática y renal). No obstante, será necesario diseñar estudios específicos que comparen DRV/r vs. DRV/COBI en monoterapia para confirmar estos resultados.
Mihiretu Alemayehu, Yilma Yisehak, Worku Alaro y Bereket Alemayehu
Introducción: Las infecciones oportunistas, que se manifiestan principalmente en la etapa avanzada del VIH/SIDA, son las principales causas de morbilidad y mortalidad a pesar de la existencia de modalidades de prevención y tratamiento. Las personas con infección avanzada por VIH son vulnerables a las infecciones oportunistas y a las neoplasias malignas debido a la oportunidad que ofrece un sistema inmunológico debilitado. Dado que los tipos de infecciones oportunistas varían de una región a otra, para que las estrategias de morbilidad y mortalidad se reduzcan, la identificación de las infecciones oportunistas, su frecuencia y distribución juegan un papel importante. Metodología: Se realizó un estudio transversal basado en instalaciones de agosto a septiembre de 2016 en el hospital universitario y de referencia Wolaita Sodo, en el sur de Etiopía, entre pacientes con VIH/SIDA que estaban tomando terapia antirretroviral en los últimos cinco años anteriores a la encuesta. Se seleccionó un total de 377 participantes del estudio a través de una técnica de muestreo sistemático y se utilizó una lista de verificación previamente probada para recopilar datos de los registros clínicos de los sujetos del estudio. Los datos se ingresaron y analizaron mediante SPSS versión 20. Resultado: La magnitud general de las infecciones oportunistas fue del 45,3%. Sólo el 6,9% de ellos tenía coinfecciones. La infección oportunista más prevalente fue la candidiasis oral (17,7%), seguida del herpes zóster (15,5%) y la tuberculosis pulmonar (11,9%). La prevalencia acumulada de todas las formas de tuberculosis (19,4%) se identificó como la principal infección oportunista. La meningitis criptocócica (2,8%), la criptosporidiosis (2,5%) y la micosis recurrente (1,4%) fueron las infecciones oportunistas observadas con menor frecuencia. Las enfermedades definitorias del SIDA, como la toxoplasmosis del sistema nervioso central, la meningitis criptocócica, la neumonía por Pneumocystis carini y la criptosporidiosis con diarrea, que se manifiestan comúnmente durante la etapa final del VIH/SIDA, representan acumulativamente el 14,6% de las infecciones oportunistas. Conclusión: Se identificó una alta prevalencia de infecciones oportunistas entre los pacientes con VIH/SIDA que toman terapia antirretroviral. Esto indica que la amenazante carga de las infecciones oportunistas no se puede evitar con la sola provisión de terapia antirretroviral. Por lo tanto, para reducir la magnitud de las enfermedades, se requieren estrategias que vayan más allá de la provisión de terapia antirretroviral. Además, los investigadores y otras partes interesadas deben realizar estudios longitudinales para identificar los factores de riesgo de las respectivas infecciones oportunistas.
Esben Esther Pirelli Benestad
El Ministerio de Salud y Asistencia organizó un grupo de expertos que, durante todo el año 2014 y algunos meses de 2015, trabajó en cuestiones relacionadas con el derecho a la igualdad de género y en los servicios de salud para personas pertenecientes al grupo de género incongruente en Noruega. El grupo de expertos expresó su insatisfacción con la situación tanto por parte de las organizaciones de género incongruente, como de los profesionales del derecho y la salud y de las organizaciones de derechos humanos. El informe presentado por el grupo de expertos en abril de 2015 confirma la necesidad de mejorar en muchos niveles, tanto en el sistema jurídico como en el de salud de Noruega. Las conclusiones del grupo de expertos son muy breves: género autodeterminado y atención de la salud organizada según el principio del nivel de atención más bajo y efectivo y la dosis de tratamiento más baja y efectiva en todos los niveles. El derecho a la libre determinación de género hasta los seis años con la aprobación de los cuidadores se publicó el 1 de julio de 2016. La parte de salud del informe aún no se ha implementado.
Aditya Agarwal, Agarwal DK, Rao RR y Nalin Nag
Antecedentes y métodos: Estudiamos el estado serológico respecto al VIH de pacientes en terapia de reemplazo renal (TRR) y sus cónyuges mediante un cuestionario. Seleccionamos 24 pacientes VIH positivos que estaban en hemodiálisis de mantenimiento (n = 14) o receptores de aloinjerto renal (n = 10). También se incluyeron los cónyuges de los pacientes (20). Resultados: De los 24 pacientes, 21 eran hombres (85,5%) y 3 mujeres (14,5%). Solo 20 pacientes tenían cónyuges vivos. Con respecto a la fuente probable de infección; 20 (83,3%) pacientes señalaron múltiples contactos sexuales, mientras que 1 (4,2%) indicó transfusión de sangre y múltiples pinchazos de aguja como la causa, mientras que 2 no estaban seguros de ninguna causa (8,4%). De los 20 cónyuges, 18 eran sexualmente activos, de los cuales 8 (44,4%) fueron VIH positivos y todos respondieron que contrajeron la infección a través del contacto sexual con sus cónyuges. Entre las 18 parejas sexualmente activas, 12 utilizaban preservativos, mientras que 6 de las que no los utilizaban eran VIH positivas. De los 8 cónyuges VIH positivos, 2 se infectaron a pesar de utilizar preservativos. 15 pacientes de 24 eran alcohólicos crónicos (62,5%). De los 44 sujetos (24 pacientes y 20 cónyuges), 40 opinaron que el asesoramiento de un trabajador social era la forma más eficaz de prevenir la propagación (90,9%), seguido de una mayor concienciación a través de los medios de comunicación (n=36, 81,8%), mientras que 30 sujetos (68,2%) afirmaron que una adición al currículo escolar sería útil para prevenir su propagación, mientras que 28 (63,6%) pensaron que el asesoramiento del médico de familia podría ayudar a prevenir la propagación de la infección. Conclusión: Este estudio concluye que las personas con múltiples contactos sexuales, los abusadores de drogas intravenosas y los cónyuges de pacientes infectados tienen un alto riesgo de contraer la infección por VIH. Los métodos anticonceptivos de barrera, aunque sumamente eficaces, no constituyen un método de protección infalible contra la propagación de la infección por VIH. Los trabajadores sociales, junto con los medios de comunicación, los programas educativos y el asesoramiento médico, tienen un enorme impacto a la hora de aumentar la concienciación sobre el VIH y limitar su propagación.
Parque James Yeongjun
Aunque en muchos países desarrollados el VIH se considera una enfermedad crónica y controlable, en gran medida gracias a los avances en la terapia antirretroviral (TAR), todavía quedan preguntas sin respuesta sobre ciertos aspectos de la progresión de la enfermedad. La literatura mundial demuestra de manera consistente que la creación de un acceso efectivo a la atención médica y a la terapia antirretroviral (TAR), la provisión de programas de prevención y tratamiento del abuso de sustancias y la optimización de la adherencia a la TAR mejorarán los resultados del tratamiento del VIH. No obstante, se ha documentado que factores psicosociales y culturales como el estigma y la discriminación (como consecuencia de ser una minoría sexual, VIH positivo, consumidor activo de drogas), la depresión y el aislamiento social tienen un efecto adverso en el tratamiento del VIH. Los determinantes macrosociales como el acceso a la atención médica y los determinantes socioculturales como el estigma y la discriminación, así como los determinantes psicosociales como la depresión, tienen un efecto adverso en los resultados del VIH, como la adherencia a la TAR y el estado de salud general o los resultados. En este estudio, proporciono un marco que incorpora todas las intervenciones biomédicas, conductuales y estructurales que plantean de manera integral y sistémica la necesidad imperiosa de estrategias de atención preventiva más efectivas para el VIH en HSH. Con el conocimiento adquirido, creo que surgirá una comprensión más clara de estas cuestiones entre los HSH que viven con el VIH y se orientarán las acciones futuras en direcciones más específicas. Además, preveo que estos hallazgos permitirán una cuantificación más precisa de la contribución de cada factor de riesgo principal al resultado del tratamiento, lo que informará las iniciativas de políticas y educación dirigidas a la modificación de los factores de riesgo. Este estudio señala el camino para futuras intervenciones biológicas, conductuales y estructurales que podrían mejorar la calidad de vida de las personas que viven con el VIH.
Patrick Hamel, Ashley M Yu, Sarwat Khan, Daniel J Corsi y Curtis Cooper
Objetivo: Se evaluaron las tasas y los determinantes de la interrupción o el cambio del régimen prescrito de los antirretrovirales de primera línea entre la era antigua (anterior a 2006) y la moderna (posterior a 2006), estratificados por frecuencia de dosificación [(una vez al día (QD) frente a dos o más veces al día (BID+)]. Métodos: Se realizó un estudio de cohorte retrospectivo de un solo centro. Se incluyeron todos los pacientes adultos con VIH que iniciaron ARV entre enero de 1995 y noviembre de 2015. Los pacientes se estratificaron por era antigua o moderna y por frecuencia de dosificación. El resultado primario fue la tasa de interrupción de la terapia ARV o cambio en el régimen inicial. El resultado secundario fue el motivo de la interrupción. Resultados: Se incluyeron 1127 pacientes de la era antigua (n = 621) y la moderna (n = 506). Los pacientes de la era moderna tenían más probabilidades de recibir regímenes QD (p < 0,001) y tenían una supresión viral aumentada en la última prueba registrada que los pacientes más antiguos (70,9 % vs. 43,2%, p<0,001). Los pacientes de la era moderna y QD tuvieron mejor adherencia y duración del tratamiento. Los pacientes en terapia basada en inhibidores de la integrasa (INSTI) y NNRTI tuvieron duraciones de tratamiento más largas y mejor adherencia a los ARV. Los factores de riesgo para el cambio o la interrupción del tratamiento incluyeron la terapia de la era antigua, el tratamiento con UDI y el tratamiento con PI + NRTI. Las edades más avanzadas y los inmigrantes fueron menos propensos a interrumpir la terapia. Las razones comunes para la interrupción del tratamiento incluyeron cambiar los tratamientos para mejorar el perfil del régimen, los efectos secundarios gastrointestinales y los problemas neuropsicológicos. Conclusión: En pacientes que inician ARV de primera línea, el riesgo de interrupción o cambios de régimen ha disminuido en la era moderna con regímenes QD, INSTI o NNRTI. Se recomienda más atención a los pacientes de alto riesgo, incluidos los UDI, en los intentos de mejorar los resultados. Estos hallazgos proporcionan un respaldo del "mundo real" para las pautas de práctica clínica actuales.
Kighoma N, Nakigozi G, Watya S, Serwadda D, Nalugoda F, Nkale J, Sewankambo NK, Maria Wawer, Gray RH y Kigozi G
Antecedentes: La circuncisión médica masculina (CMM) es una estrategia recomendada para la prevención del VIH, pero la asistencia a la CMM programada a menudo es subóptima. Evaluamos el impacto de los recordatorios en persona y por teléfono celular en la aceptación de la CMM. Métodos: Entre octubre de 2010 y junio de 2011, los hombres que participaron en el Estudio de cohorte de la comunidad de Rakai (RCCS) recibieron información sobre los riesgos y beneficios de la CMM y aquellos que deseaban recibir CMM gratis fueron derivados al programa CMM de Rakai. Se utilizaron recordatorios por teléfono celular (llamadas y/o servicio de mensajes cortos (SMS)) y renotificación en persona o personas sin contactos telefónicos para recordar a los clientes dos días antes de la fecha de la cita quirúrgica. Se calcularon las proporciones de hombres que acudieron a la cirugía programada antes (periodo de control) y después de los recordatorios y se utilizó la regresión logística para estimar los odds ratios ajustados (AdjOR) y los intervalos de confianza del 95% de asistencia a la CMM programada. Resultados: Aproximadamente el 66,7% de los hombres tenían contactos por teléfono celular. En general, la intervención aumentó la asistencia a las citas programadas para cirugía de mama de 20,5% a 32,4%, OR ajustado 2,01 (IC del 95%, 1,42, 2,83), p < 0,001. Entre los hombres sin contacto telefónico, la aceptación aumentó de 22,2% a 31,9%, OR ajustado 1,71 (IC del 95%, 0,97, 3,01) p = 0,064, en comparación con un aumento de 19,4% (40/206) a 32,6% (92/282), OR ajustado 2,15 (IC del 95%, 1,39, 3,32) p = 0,001 entre los hombres que tenían contacto por teléfono celular. Conclusión: Los recordatorios por teléfono celular y en persona de las citas quirúrgicas aumentaron la aceptación de la cirugía de mama, pero los recordatorios por teléfono celular son más baratos que la renotificación en persona.
Boitumelo Mokgatla, Príncipe Bahati y Carel I Jsselmuiden
Antecedentes: La gran cantidad de investigación que se lleva a cabo en África, los comités de ética de la investigación (CER) con recursos insuficientes y la falta de tecnologías de revisión modernas han dado como resultado plazos de revisión ética sin precedentes. Método: El Organizador de Innovación en Investigación para la Salud (RHInnO Ethics), una plataforma de revisión automatizada, facilita y gestiona todo el proceso de revisión ética. En 2015, RHInnO Ethics fue utilizado por 25 CEI en 8 países africanos. Evaluamos su impacto en la eficiencia, la seguridad de los datos y el costo utilizando un cuestionario en línea administrado a los administradores de CEI en los países usuarios. Resultados: Los CEI entrevistados eran diversos, con una membresía de 9 a 46 miembros; revisaban entre 50 y 2000 protocolos anualmente, incluidos nuevos medicamentos y diagnósticos observacionales e investigativos. Las áreas informadas de alto impacto (81%-100% de los encuestados) incluyeron mejoras: proceso de envío y distribución de protocolos, calidad de la comunicación entre los CEI y los investigadores, proceso de revisión estandarizado y seguridad de los datos. Las áreas informadas de impacto medio (60%-80% de los encuestados) incluyeron reducción; Carga de trabajo del administrador del CEI y costos administrativos del CEI. <60% de los encuestados informaron mejoras en las revisiones de ensayos multicéntricos. El 20% de los encuestados que utilizaron RHInnO Ethics durante >2 años informaron una reducción del 57% en el tiempo de revisión, mientras que aquellos que utilizaron RHInnO Ethics durante ±1 año (80%) informaron que es demasiado pronto para saberlo. Conclusión: RHInnO Ethics ha logrado un alto impacto en la seguridad de los datos, el proceso de envío, la comunicación, la estandarización y la reducción de costos. Sin embargo, se necesita un enfoque de evaluación a largo plazo para determinar el impacto en los plazos de revisión. La integración de nuevos indicadores de seguimiento y evaluación sobre la eficiencia en la plataforma mejoraría la capacidad de los CEI para generar un impacto a largo plazo.
Abraham Tamirat Gizaw y Meron Ageze
Antecedentes: Más del 90% de los pacientes infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH+) desarrollan lesiones cutáneas en algún momento durante el curso de la enfermedad. Varias enfermedades cutáneas han demostrado ser indicadores sensibles y útiles de la progresión de la infección por VIH+. Aunque estas afecciones pueden observarse en la población general sana, su aparición en pacientes con síndrome de inmunodeficiencia adquirida suele ser atípica, más grave y explosiva. Objetivo: El objetivo del estudio fue evaluar la magnitud y la prevalencia de las manifestaciones cutáneas entre los pacientes con VIH en la Clínica JUSH ART. Métodos: Se realizó un estudio retrospectivo entre los pacientes con VIH en la Clínica JUSH ART utilizando un formato de recopilación de datos estructurados y los datos se recopilaron del registro del paciente (tarjeta) y se analizaron utilizando SPSS versión 20. El resultado se presentó utilizando números, proporciones y tablas. Resultados: De 268 pacientes con VIH/SIDA que tienen seguimiento en la clínica de terapia antirretroviral (TAR) del Hospital Universitario Especializado de Jimma (JUSH), 137 (51,1%) tenían manifestaciones cutáneas. El tipo más común de lesión cutánea identificada fue el herpes zóster, 74 (54%). Este estudio mostró que los pacientes VIH positivos (VIH+) con estadios avanzados de trastornos cutáneos tenían recuentos de células CD4+ relativamente más bajos. Las manifestaciones cutáneas se asociaron significativamente con el estadio clínico de la OMS con P = 0,019 y el recuento de células CD4+ con un valor P de 0,0001. Conclusión: Las enfermedades cutáneas tienen una alta prevalencia entre los pacientes VIH positivos y la frecuencia y el número de estas manifestaciones están bien correlacionadas con el estado inmunológico del paciente y la estadificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por lo tanto, el examen de los trastornos cutáneos, como el diagnóstico y el tratamiento tempranos de los problemas cutáneos, mejorarán la calidad de vida de los pacientes VIH positivos.