Aditya Agarwal, Agarwal DK, Rao RR y Nalin Nag
Antecedentes y métodos: Estudiamos el estado serológico respecto al VIH de pacientes en terapia de reemplazo renal (TRR) y sus cónyuges mediante un cuestionario. Seleccionamos 24 pacientes VIH positivos que estaban en hemodiálisis de mantenimiento (n = 14) o receptores de aloinjerto renal (n = 10). También se incluyeron los cónyuges de los pacientes (20). Resultados: De los 24 pacientes, 21 eran hombres (85,5%) y 3 mujeres (14,5%). Solo 20 pacientes tenían cónyuges vivos. Con respecto a la fuente probable de infección; 20 (83,3%) pacientes señalaron múltiples contactos sexuales, mientras que 1 (4,2%) indicó transfusión de sangre y múltiples pinchazos de aguja como la causa, mientras que 2 no estaban seguros de ninguna causa (8,4%). De los 20 cónyuges, 18 eran sexualmente activos, de los cuales 8 (44,4%) fueron VIH positivos y todos respondieron que contrajeron la infección a través del contacto sexual con sus cónyuges. Entre las 18 parejas sexualmente activas, 12 utilizaban preservativos, mientras que 6 de las que no los utilizaban eran VIH positivas. De los 8 cónyuges VIH positivos, 2 se infectaron a pesar de utilizar preservativos. 15 pacientes de 24 eran alcohólicos crónicos (62,5%). De los 44 sujetos (24 pacientes y 20 cónyuges), 40 opinaron que el asesoramiento de un trabajador social era la forma más eficaz de prevenir la propagación (90,9%), seguido de una mayor concienciación a través de los medios de comunicación (n=36, 81,8%), mientras que 30 sujetos (68,2%) afirmaron que una adición al currículo escolar sería útil para prevenir su propagación, mientras que 28 (63,6%) pensaron que el asesoramiento del médico de familia podría ayudar a prevenir la propagación de la infección. Conclusión: Este estudio concluye que las personas con múltiples contactos sexuales, los abusadores de drogas intravenosas y los cónyuges de pacientes infectados tienen un alto riesgo de contraer la infección por VIH. Los métodos anticonceptivos de barrera, aunque sumamente eficaces, no constituyen un método de protección infalible contra la propagación de la infección por VIH. Los trabajadores sociales, junto con los medios de comunicación, los programas educativos y el asesoramiento médico, tienen un enorme impacto a la hora de aumentar la concienciación sobre el VIH y limitar su propagación.
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