Matthew Hislop, Dominic Kennedy y Sanjay Dhupelia
Objetivos: Este artículo revisa el conocimiento sobre la embriogénesis y anatomía de la fosa poplítea con el objetivo de determinar qué variaciones predisponen al dolor de pierna por esfuerzo y al síndrome de atrapamiento funcional de la arteria poplítea (PAES) en particular.
Métodos: Se presenta una revisión de la literatura actual y una sinopsis del conocimiento publicado. El Comité de Investigación y Ética de Greenslopes otorgó la aprobación ética para este estudio.
Resultados: Se cree que el PAES funcional es más común de lo que se reconocía anteriormente. Se encontraron cuatro subgrupos de presentación clínica, según la variación anatómica en la fosa poplítea: PAES anatómico; PAES funcional; oclusores asintomáticos y no oclusores asintomáticos. Las características que predisponen al PAES funcional incluyen una cabeza medial del gastrocnemio más lateralizada y un menor porcentaje de fuerza máxima de flexión plantar requerida para causar la oclusión de la arteria.
Conclusiones: El PAES funcional puede ser responsable de un gran número de casos previamente no reconocidos de dolor de piernas por esfuerzo, y es importante comprender cómo se desarrolla. Al comprender las variaciones anatómicas presentes en la fosa poplítea, se puede clasificar a qué subgrupo pertenece el paciente y en qué medida esto predispone al desarrollo de dolor de piernas por esfuerzo. La necesidad de tratamiento, así como dónde deben dirigirse las intervenciones, se puede determinar al combinar los hallazgos de esta investigación con las características clínicas del dolor de piernas claudicante.
Abat F, Gelber PE, Monllau JC y Sánchez-Ibáñez JM
Antecedentes: Las lesiones del músculo pectoral mayor pueden producir una limitación funcional. Los informes previos sobre el tratamiento conservador de grandes desgarros del músculo pectoral mayor mostraron resultados inconsistentes con varias modalidades de tratamiento. La mejor opción para tratar esta patología aún está en discusión.
Métodos: Paciente masculino de 30 años con gran desgarro del músculo pectoral mayor, tratado con técnica EPI® ecoguiada una vez por semana y ejercicio excéntrico. Se realizó estudio ecográfico durante el seguimiento. La evaluación funcional se evaluó con la escala de Tegner, los criterios descritos por Bak et al. y los resultados subjetivos descritos por Anthony et al.
Resultados: La ecografía mostró una correcta disposición de las fibras musculares. La evaluación funcional mostró excelentes resultados y a las cuatro semanas de tratamiento, el paciente había recuperado su nivel de actividad previo a la lesión.
Conclusión: El tratamiento con la técnica EPI® guiada por ecografía en el desgarro del músculo pectoral mayor produjo una gran mejoría de la función y un rápido retorno al nivel previo de actividad después de unas pocas sesiones. El procedimiento ha demostrado ser seguro y no se han producido recidivas al año de seguimiento.
Sukanta Saha
El objetivo de este estudio fue identificar el efecto de las variables somatotipo y composición corporal sobre la potencia explosiva de las piernas de estudiantes universitarios varones. La muestra consistió en 500 jóvenes estudiantes universitarios, divididos en dos grupos: deportistas (N=250) cursando el curso de Licenciatura en Educación Física cuya edad media fue de 23,86 ± 0,36 años; y no deportistas (N=250) estudiantes universitarios que no participan en actividades físicas regulares y cuya edad media fue de 22,16 ± 0,88 años. El somatotipo se evaluó mediante el método de Heath & Carter. Para evaluar la composición corporal del sujeto se tomaron varias medidas antropométricas. Se utilizó la prueba de salto vertical de Sargent para medir la potencia explosiva de las piernas. Las medidas se compararon entre los dos grupos utilizando la prueba t de Student para muestras independientes. Los dos grupos difirieron significativamente (p ≤ 0,01) en términos de peso corporal, % de grasa corporal, masa corporal magra, % de masa muscular esquelética y somatotipo. Los hallazgos del presente estudio muestran que los atletas tienen valores medios más altos en potencia explosiva de las piernas (p ≤ 0,01) que los no atletas. La potencia explosiva de las piernas se correlacionó de manera positiva y significativa (p ≤ 0,01) con el % de masa muscular esquelética, la masa corporal magra, los componentes mesomorfía y ectomorfía del somatotipo; por otro lado, el peso corporal, la altura, el % de grasa corporal, la superficie corporal y el componente endomorfía del somatotipo se correlacionaron de manera significativa (p ≤ 0,01) negativa. En conclusión, las variables somatotipo y composición corporal son factores importantes para determinar la potencia explosiva de las piernas.
Robert J. Douglas
Objetivo: El deporte australiano se vio sacudido por las revelaciones del informe de la Comisión Australiana contra el Crimen Organizado y las Drogas en el Deporte. Aunque el informe se centra principalmente en el consumo de sustancias prohibidas en el nivel de élite, también examinó los posibles efectos del consumo de sustancias prohibidas en los niveles inferiores a la élite. Se sabe poco sobre el consumo de medicamentos, suplementos dietéticos, alcohol y tabaco por parte de los atletas australianos de la subélite. Este artículo ofrece una "instantánea" del consumo en un único club de fútbol australiano de la subélite antes del comienzo de la temporada 2012 de la liga de fútbol de Australia del Sur. Diseño: Encuesta prospectiva de futbolistas de la subélite de un único club de Australia del Sur.
Método: Se solicitó a los jugadores que completaran un cuestionario médico antes del comienzo de la temporada 2012 de la SANFL. Como parte del cuestionario, se les proporcionaron preguntas sobre el uso de medicamentos recetados, suplementos, alcohol y tabaco. Se identificaron los jugadores que fueron incluidos en el "Equipo de entrenamiento sénior" y sus cuestionarios se utilizaron en la preparación de este artículo.
Resultados: Pocos jugadores utilizan medicación prescrita y poco más de un tercio de los jugadores toman suplementos dietéticos. El alcohol fue el producto de mayor consumo, con un 82% declarando consumir alguna vez alcohol. El consumo diario de tabaco fue casi inexistente. No hubo informes sobre el uso de sustancias prohibidas por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).
Conclusiones: El alcohol es la sustancia más consumida por los jugadores, y el uso de medicamentos recetados se limita casi exclusivamente a los medicamentos para el asma. El consumo de sustancias prohibidas es indetectable.
Vander Slagmolen G, van Hellemondt FJ y Wielders JPM
Antecedentes: La vitamina D es bien conocida por su papel en la homeostasis del calcio y el metabolismo óseo. Además, las deficiencias de 25 (OH) vitamina D3 (25OHD3) se correlacionan con el dolor y la debilidad muscular, por lo que existe un creciente interés en los niveles óptimos de 25OHD3 para los atletas. Investigamos la prevalencia de la deficiencia de 25OHD3 y la variación étnica en las concentraciones de 25(OH)D entre los jugadores de fútbol profesionales en la temporada de invierno. Métodos: Encuesta transversal de 87 jugadores de fútbol profesionales (de 18 a 35 años) de un club de fútbol belga y dos de primera división holandeses. Se recogieron muestras de sangre desde octubre de 2009 hasta marzo de 2010. La 25OHD3 se midió utilizando un inmunoensayo de electroquimioluminiscencia (Roche), intervalo de referencia: 50-130 nmol/L. Resultados: Para 47 jugadores (54%) del grupo total, la 25OHD3 fue <50 nmol/L. En 16 sujetos (18,4%) se encontraron concentraciones <30 nmol/L. Todos los jugadores negros (n=20) tenían niveles sanguíneos <50 nmol/L y 9/20 <30 nmol/L. En los jugadores latinoamericanos, 10 de 15 tenían 25OHD3 <50 nmol/L y 5/15 <30 nmol/L. En los jugadores caucásicos, 21/52 jugadores tenían <50 nmol/L y 2/52 <30 nmol/L. Conclusión: El nivel de vitamina D en los jugadores profesionales de fútbol al final del verano y durante la temporada de invierno en Europa Occidental es obviamente inferior al óptimo, para los caucásicos el 40% tenían deficiencia (<50 nmol/L), pero todos los atletas negros tenían deficiencia o deficiencia severa (<30). Especialmente los futbolistas de piel oscura, así como otros deportistas, pueden mejorar su rendimiento físico manteniendo su nivel de 25OHD3 por encima de 75 nmol/L durante todo el año.