Todos los deportes tienen riesgo de lesión. En general, cuanto más contacto hay en un deporte, mayor es el riesgo de sufrir una lesión traumática. Sin embargo, la mayoría de las lesiones en deportistas jóvenes se deben al uso excesivo. Las lesiones deportivas más frecuentes son esguinces (lesiones de ligamentos), distensiones (lesiones de músculos) y fracturas por estrés (lesiones de huesos) causadas cuando se ejerce una tensión anormal sobre tendones, articulaciones, huesos y músculos.
Después de su lesión, se le dará un programa de ejercicios que incluye ejercicios de rango de movimiento y una progresión gradual hasta soportar todo el peso. Un ejercicio sencillo consiste en dibujar las letras del alfabeto con los dedos de los pies. Debe seguir una progresión gradual hacia ejercicios con pesas. Los ejercicios de propiocepción y otros ejercicios de equilibrio pueden ayudarle a recuperarse más rápidamente y, de hecho, deberían realizarse como parte de un programa de prevención. El mal equilibrio es un buen predictor de futuros esguinces de tobillo. Después de una lesión de tobillo, el entrenamiento del equilibrio es fundamental para la recuperación. Además de nuestros ojos y oídos internos, en nuestras articulaciones hay receptores especiales (proprioceptores) que proporcionan información sobre nuestra posición en el espacio.
Número especial sobre medicina deportiva y fisiología del ejercicio
Teniendo en cuenta todos estos casos, el Journal of Sports Medicine and Doping Studies invita a presentar artículos para nuestro número especial basado en "medicina deportiva y fisiología del ejercicio" y "gestión deportiva" de autores de calidad hasta el 30 de septiembre de 2015. Todos estos artículos se publicarán en la edición de octubre de nuestra Revista.