Rashmi R Bhuyan y Kumkum Vadhera
Introducción: El concepto de angiosoma fue descrito por primera vez en 1987, definiéndose como un área de tejido que comprende piel, tejido subcutáneo, fascia, músculo y hueso irrigado por una arteria específica y drenado por una vena específica. Informamos de un caso de un paciente que fue revascularizado con éxito mediante cirugía abierta y técnicas endovasculares basadas en el concepto de angiosoma.
Presentación del caso: Paciente masculino de 73 años con isquemia crítica de miembros y diabetes tipo 2, que presentó dolor en reposo creciente en el miembro inferior derecho durante los últimos 3 meses, seguido de necrosis de la falange distal de los dedos I y II, necrosis interdigital húmeda de los dedos I-II de los pies de la pierna derecha, con ausencia de pulsos distales en ambos miembros. Se logró con éxito el flujo directo al angiosoma afectado con bypass de vena safena femoral-poplítea proximal derecha y angioplastia con dilatación con balón de la ATA.
Conclusión: El paciente vascular con isquemia crítica asociada a diabetes requiere actualmente un tratamiento complejo que incluye cirugía abierta, técnica endovascular y terapia de presión negativa para salvar los miembros inferiores. El concepto de angiosoma es útil durante la revascularización tibial tanto abierta como endovascular.
Matthew Hanley, Beverley Cruz Alfonso y Annellys Hernández
Un hombre de 48 años estuvo hospitalizado en el Jackson Memorial Hospital de Miami, Florida, durante dos meses, tras sufrir un politraumatismo grave tras un accidente de tráfico. Debido a la práctica hospitalaria actual, que cuenta con el apoyo de asociaciones públicas y privadas, al paciente se le realizaron pruebas de detección del VIH de forma rutinaria al presentarse en el servicio de urgencias, y se descubrió que era VIH positivo con un recuento de CD4 de 18,84 y una infección activa por toxoplasmosis. Debido a la detección temprana, el paciente pudo recibir el tratamiento imperativo que necesitaba y su infección no pudo quedar oculta por los importantes traumas. Este informe de caso destaca el grado de comorbilidad del VIH en nuestra comunidad y demuestra que las intervenciones actuales, como las pruebas de detección de rutina y la vinculación con la atención, conducen a mejores resultados.
Mircea I. Popitiu, Mihai Ionac, Crina Solomon, Vlad Alexandrescu y Bogdan Timar
Introducción: El concepto de angiosoma fue descrito por primera vez en 1987, definiéndose como un área de tejido que comprende piel, tejido subcutáneo, fascia, músculo y hueso irrigado por una arteria específica y drenado por una vena específica. Informamos de un caso de un paciente que fue revascularizado con éxito mediante cirugía abierta y técnicas endovasculares basadas en el concepto de angiosoma.
Presentación del caso: Paciente masculino de 73 años con isquemia crítica de miembros y diabetes tipo 2, que presentó dolor en reposo creciente en el miembro inferior derecho durante los últimos 3 meses, seguido de necrosis de la falange distal de los dedos I y II, necrosis interdigital húmeda de los dedos I-II de los pies de la pierna derecha, con ausencia de pulsos distales en ambos miembros. Se logró con éxito el flujo directo al angiosoma afectado con bypass de vena safena femoral-poplítea proximal derecha y angioplastia con dilatación con balón de la ATA.
Conclusión: El paciente vascular con isquemia crítica asociada a diabetes requiere actualmente un tratamiento complejo que incluye cirugía abierta, técnica endovascular y terapia de presión negativa para salvar los miembros inferiores. El concepto de angiosoma es útil durante la revascularización tibial tanto abierta como endovascular.
Makoto Ueno, Satoshi Kobayashi, Yusuke Sano, Taito Fukushima, Hiroyuki Asama, Satoshi Tanaka, Shuhei Nagashima, Kuniyuki Kawano y Manabu Morimoto
Introducción: El ramucirumab se ha convertido en el tratamiento de referencia en la terapia sistémica de segunda línea para el carcinoma hepatocelular (CHC) avanzado (AFP ≥400 ng/ml). Una respuesta completa (RC) a la terapia sistémica es generalmente muy rara. Encontramos un paciente que logró una RC a la terapia de segunda línea con ramucirumab.
Presentación del caso: Informamos de un caso de un hombre de 62 años con diagnóstico de carcinoma hepatocelular (CHC) y metástasis pulmonares 6 meses después de una cirugía hepática. La AFP y la PIVKA-II estaban elevadas y su función hepática era Child-Pugh A. Se administró sorafenib a 800 mg como terapia de primera línea durante 6 semanas y, después de la progresión de la terapia de primera línea, se administró ramucirumab como terapia sistémica de segunda línea. El tumor disminuyó de tamaño y se consideró que esto era una respuesta parcial. Debido a la ausencia de recurrencia durante aproximadamente 5 años después del cese del tratamiento, se consideró que el presente caso había logrado una RC.
Conclusión: Nos encontramos con un caso de carcinoma hepatocelular con respuesta a terapia sistémica de segunda línea con ramucirumab después de sorafenib. La alta afinidad de ramucirumab por el receptor 2 del factor de crecimiento endotelial vascular (VEGFR2) puede haber ejercido efectos antitumorales adicionales en casos refractarios a terapia sistémica con efectos anti-VEGF.
Ma?gorzata Cicho?, Anna Bednarek, Maciej Haberka, Katarzyna Mizia-Stec
La miocardiopatía dilatada (MCD), caracterizada por la dilatación del ventrículo izquierdo (VI) y disfunción sistólica en ausencia de enfermedad coronaria, es una causa común de insuficiencia cardíaca (IC) en adultos jóvenes. Al ser la respuesta final del miocardio a diferentes factores genéticos y ambientales, la MCD es la indicación más frecuente de trasplante cardíaco en la población joven. La evaluación de las dimensiones del VI y la fracción de eyección es indispensable para el diagnóstico, el tratamiento y la estratificación del riesgo. Aunque la ecocardiografía es la técnica de imagen más utilizada en cardiología, la resonancia magnética (RM) sigue siendo el estándar de oro para la visualización del VI, asegurando la cuantificación precisa de los diámetros y volúmenes de las cámaras cardíacas. El caso presenta una descompensación aguda de la insuficiencia cardíaca en un paciente con MCD, lo que confirma que la RM podría utilizarse no solo en el diagnóstico diferencial y la designación de estrategias terapéuticas, sino también como un excelente método para evaluar los resultados del tratamiento. En este paciente, la resonancia magnética basal y de control mostró una mejoría significativa de los volúmenes del VI y de la función sistólica después de 3 meses de farmacoterapia adecuada, así como un cambio en el patrón fenotípico de la miocardiopatía.
Han Naung Tun y Syed Haseeb Raza
La bradicardia es un cuadro clínico frecuente en urgencias. La hipercalemia puede provocar bradicardia con bloqueo y también actuar en sinergia con los bloqueadores del nódulo AV para provocar bradicardia e hipoperfusión. Informamos de un paciente masculino de 53 años con antecedentes de hipertensión, insuficiencia cardíaca congestiva y enfermedad coronaria que fue hospitalizado por aparición repentina de disnea. Hace un año se sometió a una intervención coronaria percutánea (ICP) en la arteria descendente anterior izquierda (DAI) y la arteria circunfleja izquierda (LCx) y tomaba Aspilet 80 mg al día, Clopidogrel 75 mg al día, Ramipril 5 mg al día, Atorvastatina 20 mg al día, Metoprolol 25 mg al día, Espironolactona 25 mg al día y Furosemida 40 mg al día. En el examen físico se observó una temperatura de 97,5 °F, una presión arterial de 110/70 mmHg, una frecuencia cardíaca de 40 latidos por minuto, una saturación de oxígeno del 99 % con aire y ambos pulmones llenos con crepitación audible en la auscultación. Se le administró un bolo de 0,6 mg de atropina y se le colocó un marcapasos transcutáneo, pero la frecuencia cardíaca no mejoró y luego se le colocó un marcapasos transvenoso inmediatamente antes de que se devolvieran los resultados del análisis de sangre. Sus valores de laboratorio relevantes fueron significativos para un potasio de 7,99 mmol/L (rango de referencia: 3,5-5,2 mmol/l), creatinina de 458 micmol/L (rango de referencia: 59-104 micmol/L), urea de 33,9 mmol/L (rango de referencia: 2,7-8,0 mmol/l), glucosa en sangre aleatoria de 233 mg/dl, sodio 126,8 mmol/L (rango de referencia 135-145 mmol/L), brecha aniónica de 13,5 mmol/? (rango de referencia: 3,6-11,0 mmo/L) y bicarbonato de 15,6 mmol/L (rango de referencia: 22-29 mmol/L). Se le administró glucoronato de calcio, insulina con dextrosa, kaexylate, salbutamol nebulizador con una mejoría significativa en sus niveles de potasio a 4,6 en 24 horas. En la unidad de cuidados intensivos cardíacos su frecuencia cardíaca mejoró y el marcapasos transvenoso fue desconectado al día siguiente.
Anna Furman, Chandni Bardolia, Katie Meyer, Jacques Turgeon y Nishita Shah Amin
Objetivo: La amiodarona es un medicamento que se utiliza a menudo en el ámbito de los cuidados intensivos para los episodios arrítmicos agudos y que puede continuarse de forma inadecuada después del alta, lo que aumenta el riesgo de eventos adversos. La brecha en la transición de la atención tras el alta y la posterior falta de suspensión de los medicamentos iniciados durante la hospitalización pueden dar lugar a un aumento de la utilización de la atención sanitaria y de los costes. El caso presentado sirve como ejemplo de las consecuencias que pueden derivarse de no suspender la amiodarona después de la hospitalización y demuestra el papel de los farmacéuticos clínicos a la hora de identificar la continuación inadecuada de la terapia para reducir el riesgo de eventos adversos.
Caso: Una mujer de 66 años acudió a su médico de atención primaria quejándose de un empeoramiento de los temblores bilaterales en las manos. Al no poder determinar el origen de este síntoma, el médico le pidió a un farmacéutico clínico que realizara una revisión exhaustiva de los medicamentos que tomaba la paciente. El farmacéutico clínico descubrió que la paciente había estado hospitalizada un año antes por sepsis con endocarditis infecciosa. Durante esa estancia hospitalaria, comenzó a tomar amiodarona para un episodio agudo de fibrilación auricular. El farmacéutico determinó que los temblores probablemente eran una reacción adversa a la amiodarona y también reconoció que la amiodarona era un medicamento potencialmente inapropiado para esta paciente en particular. Posteriormente, se interrumpió la administración de amiodarona. A las varias semanas de interrumpir el tratamiento, los temblores de la paciente mejoraron significativamente.
Conclusión: Este caso demuestra la importancia de la revisión de la medicación tras el inicio de la amiodarona durante la hospitalización. Debido al alto potencial de toxicidad, el uso de amiodarona debe revisarse y reevaluarse de forma rutinaria. Los farmacéuticos clínicos pueden aportar su conocimiento farmacológico experto para evaluar la idoneidad de la amiodarona durante y después de la transición de la atención para prevenir futuros resultados adversos.