Anna Furman, Chandni Bardolia, Katie Meyer, Jacques Turgeon y Nishita Shah Amin
Objetivo: La amiodarona es un medicamento que se utiliza a menudo en el ámbito de los cuidados intensivos para los episodios arrítmicos agudos y que puede continuarse de forma inadecuada después del alta, lo que aumenta el riesgo de eventos adversos. La brecha en la transición de la atención tras el alta y la posterior falta de suspensión de los medicamentos iniciados durante la hospitalización pueden dar lugar a un aumento de la utilización de la atención sanitaria y de los costes. El caso presentado sirve como ejemplo de las consecuencias que pueden derivarse de no suspender la amiodarona después de la hospitalización y demuestra el papel de los farmacéuticos clínicos a la hora de identificar la continuación inadecuada de la terapia para reducir el riesgo de eventos adversos.
Caso: Una mujer de 66 años acudió a su médico de atención primaria quejándose de un empeoramiento de los temblores bilaterales en las manos. Al no poder determinar el origen de este síntoma, el médico le pidió a un farmacéutico clínico que realizara una revisión exhaustiva de los medicamentos que tomaba la paciente. El farmacéutico clínico descubrió que la paciente había estado hospitalizada un año antes por sepsis con endocarditis infecciosa. Durante esa estancia hospitalaria, comenzó a tomar amiodarona para un episodio agudo de fibrilación auricular. El farmacéutico determinó que los temblores probablemente eran una reacción adversa a la amiodarona y también reconoció que la amiodarona era un medicamento potencialmente inapropiado para esta paciente en particular. Posteriormente, se interrumpió la administración de amiodarona. A las varias semanas de interrumpir el tratamiento, los temblores de la paciente mejoraron significativamente.
Conclusión: Este caso demuestra la importancia de la revisión de la medicación tras el inicio de la amiodarona durante la hospitalización. Debido al alto potencial de toxicidad, el uso de amiodarona debe revisarse y reevaluarse de forma rutinaria. Los farmacéuticos clínicos pueden aportar su conocimiento farmacológico experto para evaluar la idoneidad de la amiodarona durante y después de la transición de la atención para prevenir futuros resultados adversos.
Comparte este artículo