Ashenafi Shumey, Ashenif Tadele y Neway Hiruy
Antecedentes: El número de muertes anuales relacionadas con el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) en todo el mundo está disminuyendo de manera constante. En los entornos con pocos recursos, como Etiopía, el tratamiento se inició recientemente. La supervivencia y los factores que contribuyen a la mortalidad aún no están bien establecidos. Objetivo: Analizar la supervivencia y los predictores de mortalidad entre los pacientes adultos que iniciaron un tratamiento antirretroviral de gran actividad entre septiembre de 2005 y agosto de 2010 en el Hospital Debre Markos, Etiopía.
Métodos: Se realizó un estudio de cohorte retrospectivo en el que participaron 930 adultos que iniciaron la terapia antirretroviral de alta actividad (TARGA) entre septiembre de 2005 y agosto de 2010 en el Hospital Debre-Markos. Los datos se extrajeron de una base de datos de registros médicos en papel y se estimó la supervivencia de los pacientes mediante el método de Kaplan-Meier. Los predictores de mortalidad se identifican mediante modelos de riesgos proporcionales de Cox.
Resultados: La supervivencia de los pacientes fue del 57,0% (IC 95% [53-60] a los 72 meses. Los predictores significativos de mortalidad fueron estadio avanzado de la OMS (AHR=1,6; IC 95% [1,118 -2.371]), anemia leve (AHR=2,6; IC 95% [1.886-3.640]), anemia moderada a grave (AHR=4,3; IC 95% [2,998-6,131]), mala adherencia (AHR= 3,1; IC 95% [2,341-4,129]), CD4 50-99 células/l (AHR=2,0; IC 95% [1,058-3,889] ]), CD4<50 células/l (AHR=2,2 ; IC 95% [1,140-4,182]) y no tomar cotrimoxazol. profilaxis (AHR=1,7, IC 95% [1,272-2,172]).
Conclusión: El estudio ha demostrado una alta mortalidad global. El estadio avanzado de la OMS, la anemia, la falta de profilaxis con cotrimoxazol, la mala adherencia y el bajo recuento de células CD4 desempeñan un papel importante en la mortalidad de los pacientes. Es necesario un seguimiento cuidadoso de los pacientes, especialmente durante los primeros 3 meses de TARGA.
Xiaoyan Bai, Hongwei Zhang, Wei Shao, Lan Li, Zheng Zeng y Hao Wu
Objetivo: Distinguir la infección reciente por VIH-1 (≤ 300 días) de la infección prolongada por VIH-1 (>300 días) en la población de hombres que tenían sexo con hombres (HSH) de China. Analizamos el cambio a lo largo del tiempo en la proporción de nucleótidos ambiguos en las secuencias plasmáticas de los pacientes. Planteamos la hipótesis de que este método podría utilizarse para determinar infecciones recientes.
Métodos: Se reconocieron secuencias del VIH-1 y datos clínicos de HSH desde junio de 2007 hasta septiembre de 2010. Todas las secuencias se obtuvieron mediante amplificación y secuenciación de un solo genoma. Se utilizó el recuento de ambigüedades del VIH para calcular la proporción de nucleótidos ambiguos y se determinaron los valores de corte óptimos para identificar la infección reciente mediante el análisis de la característica del operador del receptor (ROC).
Resultados: Se reconocieron un total de 188 secuencias de 150 pacientes (38 pacientes fueron muestreados dos veces en diferentes puntos temporales), consistentes en 118 secuencias del subtipo CRF01_AE y 70 secuencias del subtipo B. Los valores de corte óptimos para la determinación de la infección temprana por VIH-1 en los subtipos CRF01_AE y B fueron 0,31% y 0,347%, respectivamente. La sensibilidad, especificidad, valores predictivos positivos y negativos fueron 76,5%, 55%, 89,3% y 32,4% para el subtipo CRF01-AE (P=0,005), 80,6%, 62,5%, 94,3% y 29,4% para el subtipo B (P=0,017), respectivamente. El área bajo la curva ROC (AUCROC) fue de 0,652 (IC del 95 %, 0,520-0,783, P = 0,03) y 0,75 (IC del 95 %, 0,622-0,878, P = 0,022) para el subtipo CRF01 -AE y B, respectivamente.
Conclusiones: La proporción de nucleótidos ambiguos puede ser un buen marcador para distinguir la infección reciente de la infección a largo plazo por VIH-1 con un alto valor predictivo positivo en la población de HSH de China.
Alozie O, Prosser R, Huppler Hullsiek K, Duprez D, Rhame F, Henry WK y Baker JV
Antecedentes: El uso de abacavir se ha asociado con el riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV), pero este efecto no ha sido consistente en los estudios.
Métodos: Para explorar el riesgo de ECV relacionado con abacavir, estudiamos a 27 participantes VIH positivos que tomaban terapia antirretroviral (TAR) basada en dosis fijas de abacavir/lamivudina con supresión viral y los asignamos aleatoriamente para que permanecieran en su régimen actual (n = 13) o cambiaran el componente nucleósido a tenofovir disoproxil fumarato (DF)/emtricitabina (n = 14). Los biomarcadores plasmáticos se midieron al inicio y al mes ya los 6 meses.
Resultados: Al inicio, la mediana de edad (RIC) fue de 46 años (41-53) y el recuento de CD4+ de 620 células/mm3 (477-836). No hubo diferencias iniciales en los factores de riesgo individuales de ECV entre los grupos, sin embargo, la puntuación de riesgo de Framingham (FRS) a 10 años tendió a ser más alta para los que tomaban abacavir (8,5%) frente a tenofovir. . DF (4,7%). El cambio a un régimen de TAR basado en tenofovir DF, en comparación con permanecer en el TAR basado en abacavir, se combina con un nivel 79% menor de proteína C reactiva de alta sensibilidad (hsCRP; p = 0,04) y un compuesto de rango inflamatorio/coagulación (que consiste en niveles de hsCRP, interleucina-6 y dímero D) 52% menor. Estos hallazgos no se atenuaron después del ajuste por FRS a 10 años (-79% para hsCRP, p = 0,06; -50% para compuesto inflamatorio, p = 0,003).
Conclusión: Se necesitan estudios prospectivos, aleatorizados y más amplios para verificar si el cambio de TAR basado en abacavir/lamivudina a TAR basado en tenofovir DF/emtricitabina, en el contexto de la supresión viral, reduce la inflamación y el riesgo de ECV correspondiente.
María José Míguez-Burbano, Allan Rodríguez, Mayra Vargas, Gabriella Tantalean, RanjiniValiathan y Wenyaw Chan
Objetivo: La trombocitopenia (TCP <150 × 103 células/mm3) ha surgido como un factor relevante en el curso clínico del VIH. Sin embargo, los mecanismos que median tales observaciones no han sido bien caracterizados, lo que limita la posibilidad de crear intervenciones dirigidas. Cabe destacar que las plaquetas son el sistema de almacenamiento y transporte de serotonina y factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), que estudios de laboratorio recientes asociaron con la replicación viral y la supervivencia de los linfocitos. Por lo tanto, postulamos que (1) la TCP se asociará con niveles reducidos de BDNF y serotonina (2) que estas alteraciones conducirán a respuestas viroinmunes deficientes a la terapia antirretroviral.
Métodos: Para lograr este objetivo, se inscribió consecutivamente a un total de 400 personas que viven con VIH para caracterizar la frecuencia de trombocitopenia en poblaciones de consumidores de alcohol de riesgo y no de riesgo en la era de la terapia antirretroviral de alta actividad (HAART). ). ). Luego, los participantes se sometieron a evaluaciones inmunológicas y de laboratorio para determinar si el TCP estaba asociado con alteraciones en la serotonina (5-HT) y el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF).
Resultados: La prevalencia de trombocitopenia en esta cohorte tratada con antirretrovirales fue del 14%. Las tasas fueron significativamente más altas en los grandes consumidores de alcohol, HAU frente al grupo sin HAU (HAU: 25% frente a HAU: 15% frente a no HAU: 10%). Los análisis de modelos multivariados indicaron que tener TCP, niveles bajos de BDNF (<5000 pg/ml) y el número de bebidas por día fueron predictores de los niveles de serotonina. Las PLWH con TCP tuvieron niveles de PPP-BDNF aproximadamente dos veces más bajos (5037,4 ± 381 frente a 9137,5 ± 7062 pg/ml p = 0,0001). Otros predictores significativos de los niveles de BDNF en la última visita incluyeron recibir inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y niveles de serotonina PPP. Los análisis multivariados también confirmaron que los niveles alterados de serotonina se asociaron con cargas virales altas y recuentos bajos de células CD4.
Conclusiones: La trombocitopenia es una complicación relativamente frecuente del VIH, y es particularmente prevalente entre los consumidores de alcohol de riesgo (HAU). Estos hallazgos sugieren que la TCP está asociada con niveles alterados de BDNF y serotonina, lo que sugiere que pueden ser el puente que une la TCP y las respuestas viroinmunes deficientes observadas en este grupo. Estos resultados podrían tener importantes implicaciones clínicas y terapéuticas.
Christopher W. Wheldon, David L. Tilley y Hugh Klein
Propósito: Barebacking es un término que se utiliza para referirse a la participación intencional en sexo anal sin protección. Este artículo examina la relación entre la masculinidad y la autoidentificación como practicante de sexo sin protección, y cómo estos factores se relacionan con las prácticas de riesgo de VIH en una muestra de hombres que tienen sexo con otros hombres (HSH).
Método: Como parte del estudio Men4Men, en 2007 se realizó una breve encuesta a través de Internet con HSH de habla inglesa mayores de 18 años que no estaban involucrados en una relación marital/romántica en el momento de la entrevista. Se reclutaron 886 participantes mediante la colocación de mensajes electrónicos y anuncios en banners en blogs, sitios de redes sociales y sexuales y listas de correo frecuentadas por HSH.
Resultados: Una serie de factores diferenciaron a los hombres que se autoidentificaban como practicantes de sexo sin protección de los que no lo hacían, y la identidad de practicante de sexo sin protección se identifica con una mayor participación en prácticas de riesgo de VIH. El análisis multivariante reveló que tener un alto nivel de masculinidad se asocia con una mayor probabilidad de autoidentificarse como practicante de sexo sin protección.
Conclusiones: Los esfuerzos de prevención e intervención del VIH dirigidos a los HSH deben abordar cuestiones de autoidentificación como practicantes de sexo sin condón, así como el grado en que los hombres se adhieren a una ideología masculina.
Corinne Desaint, Christine Durier, Armel Poda, Anne Krivine, François Simon, Hélène Bodilis, Gilles Pialoux, Lise Cuzin, Isabelle Poizot-Martin, Pascale Morineau, Jean-Daniel Lelievre, Benjamin Silbermann, Jean-Pierre Aboulker y Odile Launay
Objetivos: Para evaluar el impacto serológico a largo plazo de la participación en ensayos de vacunas preventivas contra el VIH, se evaluó la seropositividad al VIH inducida por la vacuna (VISP) y se investigaron los factores relacionados. Se estimó la distribución de la razón de reactividad de los anticuerpos anti-VIH.
Métodos: ANRS COHVAC es un estudio de cohorte multicéntrico prospectivo nacional abierto que incluye voluntarios sanos que recibieron al menos una dosis de la vacuna candidata de los ensayos de vacunas preventivas contra el VIH de ANRS desde 1992. Se estudió la VISP en un estudio transversal en el momento de la visita inicial de la cohorte, a partir de 2008. La detección de anticuerpos anti-VIH se realizó utilizando el inmunoensayo enzimático (EIA) combinado de Ag/Ac del VIH de ABBOTT ARCHITECT® en un laboratorio centralizado. Se demostró que una proporción mayor o igual a 1 definía la seropositividad al VIH.
Resultados: Se evaluó a 293 participantes durante un período medio de 6 años (rango: 2-18 años) después de su inclusión en ensayos preventivos con vacunas. La frecuencia de VISP se estimó en 7,2% (21 de 293) para todos los voluntarios, y 69,0% (20 de 29) para los voluntarios que recibieron proteína de envoltura recombinante del VIH-1, después de un período medio. . de 16,6 años después de la inmunización (rango: 16,3-18,4). La proporción de pruebas ARCHITECT entre los voluntarios positivos fue baja, con una mediana de 3,02 (rango: 1,02-14,04).
Conclusión: Se debe informar a los voluntarios sanos de la posible persistencia de VISP durante casi 17 años, después de la vacunación con sobre del VIH que induce respuestas de anticuerpos. Una única prueba serológica de rutina no puede diferenciar entre VISP y una infección reciente por VIH. Se necesita la combinación de diferentes tecnologías, aplicable a entornos con recursos limitados, para distinguir la seropositividad inducida por la vacuna de una infección por VIH.
Kimberly Petrovic y Christine Waszynski
Exploramos las perspectivas de los médicos clínicos (enfermeras, enfermeras especializadas y médicos) y del personal de servicios sociales (es decir, coordinadores de casos, trabajadores sociales) sobre las necesidades de los adultos mayores que viven con VIH y que reciben atención médica en un importante hospital metropolitano. Utilizamos un pequeño estudio cualitativo (n=10) como medio para desarrollar una comprensión de las perspectivas compartidas dentro del marco de la colaboración interprofesional con el fin de brindar atención de calidad a los pacientes adultos mayores con VIH. De nuestro estudio de investigación cualitativa surgieron cinco temas. El primer tema involucra la idea del acceso a la atención médica, mientras que el segundo tema sugiere que los adultos mayores con VIH experimentan problemas psicológicos. En tercer lugar, los adultos mayores con VIH demuestran altos niveles de adherencia a los regímenes de medicación. En segundo lugar, el VIH ya no se considera una "sentencia de muerte". Por último, es necesaria la educación en todas las disciplinas y profesiones.