Santana FM, Lopes JB, Pérez MO, Campana G, Levi JE, Lopes FPPL, Gebara OE, Cobra JF y Figueiredo CP
Introducción: Existe una falta de información sobre cómo los fármacos inmunomoduladores para las enfermedades reumáticas autoinmunes (ERA) perjudican la respuesta inmune humoral después de la exposición al SARS-CoV-2.
Métodos: Se realizó un estudio prospectivo con pacientes con ARD en tratamiento con FAME sintéticos o biológicos (fAMEs o fAMEb) clasificados en tres grupos (antimaláricos en monoterapia, antimaláricos más fAMEb, antimaláricos más fAMEs) y un cuarto grupo (control). Todos los pacientes fueron sometidos a una entrevista clínica basal, pruebas de IgG/IgM anti-SARS-CoV-2 al inicio y tres meses después, monitorizados para detectar síntomas respiratorios incidentes en el seguimiento, con rRT-PCR en casos sospechosos.
Resultados: Se incluyeron 100 pacientes. Menos de la mitad de los que dieron positivo en IgG (42,8%) permanecieron asintomáticos. Los tres pacientes con rRT-PCR positiva mostraron seroconversión para IgG anti-SARS-CoV-2. También hubo una tendencia a una asociación significativa para el uso más frecuente de bDMARD en pacientes IgG positivos (42,9% frente a 19,8%, p = 0,056). Aunque los pacientes que tomaban bDMARD también tomaban fármacos antipalúdicos, la mayoría de los pacientes que no tomaban bDMARD también tomaban fármacos antipalúdicos (grupo 1 y 3). Por lo tanto, el uso de antipalúdicos estaba ampliamente presente en ambos grupos de comparación. Por otro lado, ninguno de los pacientes que tomaban sDMARD no antipalúdicos tenía IgG anti-SARS-CoV-2 detectable en comparación con el 35,4% de la muestra restante (0,0% frente a 35,4%, p = 0,050).
Conclusión: Aunque la positividad de IgG anti-SARS-CoV-2 fue bastante común (14% de incidencia), la mitad evolucionó de manera asintomática. No parece adecuado suspender temporalmente la terapia con bDMARD en pacientes con ARD durante la pandemia debido a un posible deterioro de la respuesta humoral. El uso de sDMARD se asoció con una menor incidencia de positividad de IgG anti-SARS-CoV-2, aunque el estudio no fue diseñado adecuadamente para aclarar esta cuestión.
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