Sara Querido
Con la introducción de la terapia antirretroviral combinada (cART), el pronóstico de la infección por VIH ha mejorado y el trasplante renal (TR) en pacientes VIH positivos se ha hecho posible. Revisamos los datos demográficos, clínicos, de laboratorio y terapéuticos de todos los pacientes con infección por VIH que se sometieron a TR anteriormente entre 2009 (primer TR en Portugal en un paciente con infección por VIH) y mayo de 2014. La acumulación de casos se realizó a través de todos los centros de TR portugueses donde se realizó un TR en un paciente con infección por VIH. Los pacientes fueron trasplantados siguiendo las recomendaciones de las guías estadounidenses y españolas que incluían mantenimiento en cART, copias de ARN del VIH en plasma indetectables y recuentos absolutos de CD4 ≥200 células/μl en los últimos 6 meses. Se realizaron catorce TR en hombres, 3 TR en mujeres. La edad media de los pacientes en el momento del trasplante fue de 49,9 ± 11,7 años. El estado serológico respecto del VIH se conocía desde hacía 12 ± 5 años. Ocho pacientes habían tenido SIDA en el pasado y todos los pacientes recibieron injertos de donantes fallecidos. Doce pacientes (64,7%) recibieron terapia de inducción con basiliximab y dos pacientes tuvieron pérdida temprana del injerto. En 2 pacientes se diagnosticó rechazo humoral y en 3 pacientes, rechazo celular. Dos pacientes murieron y un paciente adicional tuvo pérdida temprana del injerto. El trasplante de riñón es una terapia de reemplazo renal posible pero desafiante en pacientes VIH seleccionados. Incluso en aquellos con criterios de SIDA en el pasado, cuando la enfermedad está controlada y después de la reconstitución del sistema inmunológico con cART, se puede realizar el trasplante de riñón. Sin embargo, debe tenerse en cuenta la relación riesgo-beneficio para cada paciente.
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