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La obesidad y la disbiosis intestinal promueven la neuroinflamación, el deterioro cognitivo y la vulnerabilidad a la enfermedad de Alzheimer: nuevas direcciones e implicaciones terapéuticas.

Abstract

Mak Adam Daulatzai

La obesidad, un problema epidémico en el mundo, está asociada a varios problemas de salud. Sería invaluable comprender los mecanismos/factores que predisponen, retrasan o protegen a las personas de la obesidad y sus trastornos metabólicos y deterioro cognitivo asociados. El intestino humano alberga una población diversa de organismos microbianos que son simbióticos e importantes para el bienestar. Sin embargo, estudios en animales convencionales y libres de gérmenes han demostrado que las alteraciones de la microbiota intestinal comensal normal y un aumento del microbioma patógeno (denominado "disbiosis") contribuyen a la inflamación intestinal, la generación de LPS y citocinas proinflamatorias, la filtración. . intestinal y la inflamación sistémica y neurológica. Los mecanismos inmunológicos necesarios para la homeostasis intestinal pueden volverse disfuncionales y conducir a la inflamación intestinal y la disfunción del eje intestino-cerebro. Estos factores también están potencialmente involucrados en la inducción de la obesidad. Puede ser prudente considerar la hipótesis más amplia de que la disbiosis intestinal, que comienza como una respuesta a los alimentos grasos, modula la neuroinflamación y la disfunción cognitiva. Esto puede verse potenciado por factores nocivos concomitantes, como el consumo de AINE y alcohol en los ancianos. Los mecanismos neurotóxicos, cuando son crónicos, pueden aumentar la vulnerabilidad a la demencia de tipo Alzheimer (EA) y quizás también contribuyan a otras demencias. Se necesitan desesperadamente estrategias terapéuticas para mejorar el deterioro cognitivo y la EA. Es pragmático, entonces, que la deshomeostasis intestinal mediada inmunológicamente sea anulada por las opciones disponibles, incluidos prebióticos, probióticos y simbióticos. La disminución de la disbiosis intestinal puede atenuar la neuroinflamación y proporcionar un tratamiento potencial para el deterioro cognitivo relacionado con la obesidad. Además, el "eje intestino-cerebro" o "eje cerebro-intestino" (dependiendo de si se considera la vía de abajo hacia arriba o de arriba hacia abajo) es un sistema de comunicación bidireccional, compuesto por vías neuronales que abarcan el sistema nervioso. . entérico y el vago. La estimulación del nervio vago junto con agonistas del receptor α7 nAChR puede ser una modalidad terapéutica importante en la patología intestinal para regular positivamente la función eferente parasimpática/vagal, mejorar la disfunción del eje intestino-cerebro y la neuroinflamación, y disminuir la vulnerabilidad a la EA.

 

Descargo de responsabilidad: este resumen se tradujo utilizando herramientas de inteligencia artificial y aún no ha sido revisado ni verificado

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