David Naumann* y Richard Arikson
La alta incidencia de la enfermedad renal crónica (ERC) y el creciente número de personas con enfermedad renal en etapa terminal (ERT) a nivel mundial resaltan la importancia de brindarles a los pacientes opciones de métodos de terapia de reemplazo renal. Se ha demostrado en estudios clínicos que la diálisis peritoneal (DP) tiene muchos beneficios como terapia de diálisis domiciliaria, incluida una preservación más prolongada de la función renal residual, menor estrés hemodinámico, potencial para una mejor supervivencia del paciente, calidad de vida relativamente alta y mayor capacidad para atender a más pacientes con ERT debido a su menor costo y necesidades de infraestructura.
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