NN Gavriilidou
Abstracto
Existe una fuerte asociación entre la desnutrición y las lesiones cardiovasculares y la muerte. La desnutrición se asocia a menudo con la sarcopenia y se observa como un factor de riesgo independiente de las miocardiopatías (atrofia e hipertrofia). También se ha informado de una reducción de la contractilidad cardíaca y de la aterosclerosis entre los pacientes geriátricos desnutridos. Aumenta el riesgo de insuficiencia cardíaca en pacientes con enfermedad renal terminal y de mortalidad entre los pacientes con insuficiencia cardíaca. Además de la sarcopenia, el envejecimiento se relaciona con la redistribución de la grasa con adiposidad regional o central y pérdida de grasa apendicular. Esto se considera un factor de riesgo de accidente cerebrovascular, infarto de miocardio, diabetes, hiperlipidemia, enfermedad cardíaca e hipertensión entre los ancianos. Se ha informado que la miocardiopatía por obesidad afecta la función cardíaca. El IMC es una parte integral de las evaluaciones antropométricas, un indicador ampliamente utilizado para evaluar el estado nutricional 9, 10 la estatura y el peso corporal son parámetros importantes para evaluar el IMC es una relación entre el peso (en kg) y la altura (en m2). Las mediciones de altura inexactas dan lugar a una clasificación errónea del IMC.
Materiales y métodos
Este estudio incluye una muestra heterogénea de hombres y mujeres de cinco municipios de Escania. Se utilizó el Registro Nacional de Población para invitar aleatoriamente a los participantes por carta. Se invitó a poblaciones objetivo predefinidas por edad con una sobremuestra de las cohortes más jóvenes y mayores.
La muestra incluyó dos grupos. El primer grupo ( grupo 1) consistió en 2839 miembros de edad avanzada (de 60 a 93 años), el 58% de la población general invitada aleatoriamente en residentes. Y el segundo grupo (grupo 2) incluyó 2871 miembros de 60 a 99 años, 1573 de la línea base y 1298 nuevos participantes que tomaron parte en el examen de seguimiento de GAS realizado en 2007-2010 (tasa de participación: 80%) y tenían una dimensión de demispan válida.
Recopilación de datos
Se obtuvo una aprobación informada. La encuesta de final cerrado investigó los factores sociodemográficos, físicos, de salud mental y sociales. Estos datos se obtuvieron de la encuesta. El estado civil indicó si los miembros eran solteros, casados, divorciados o vivían con una pareja. La educación se estratificó como nivel primario, secundario o universitario. El estado de tabaquismo especificó si los participantes eran fumadores habituales o irregulares o habían dejado de fumar.
Height, weight, KH and demispan measured based on validated protocols. The height was measured by using a measuring tape with the individual standing straight with shoulder blades, buttocks and heels against the wall and straight fixed gaze. Arms were along the sides, shoulders relaxed, legs straight, knees touching each other, feet flat and heels together. Readings was made in cm with one the decimal value. Bed ridden patients and those using a wheel chair were excluded from our study.
Statistical analyses
Test for normality was performed for a each flexible and the analysis of the remaining error term raised no concern and simple linear regression analysis was performed by included by men and women age was 60–64 years as a reference population because the minimal age linked height change is expected. KH- and DS-based equations specific for men and women were formulated with measured height as the dependent variable and DS or KH as the independent variable, individually.
Discussion
We investigated the degree of misclassification of obesity and under nutrition owing to the in accurate height approximations are used in BMI calculations among the elderly in Southern Sweden countries. Studies have shown the direct method of underestimates body height measurement among geriatric populations and demispan are used to surrogate measures. The prevalence of the underweight (BMI <20 kg/m2) was significantly lower by 9.4% when the using to measured height to the calculate BMI in those aged 80+ years. The clinical significance of BMI misclassification calls for attention to the use of not only age-, sex- country specific but also ethnicity specific population data for such equations.
We used 60–64 years of age as position to formulate the equations. We found that the direct method of underestimated the height compared with those forecast by KH and demispan.
Under nutrition well defined by BMI ⩽20 kg/m22 is evidently underestimated by BMI demispan among both the youngest (60–64 years) and the oldest (85+ years) age groups. This prediction method better captures under nutrition, especially among the most elderly one,1,42,43 when height changes they are the most severe because of functional impairments.
La obesidad (IMC ≤ 30 kg/m2)5 está sobrevalorada por las mediciones estandarizadas. Descubrimos que la incidencia de obesidad calculada por IMC es dos veces más alta que la basada en KH y demispan entre los hombres de 80 años o más y las mujeres de 70 años o más, y se duplica con cada década posterior. Como se mencionó anteriormente, esto se atribuye a la pérdida de altura debido a condiciones degenerativas. Nuestras observaciones de demispan fueron concordantes con las del estudio de Hirani y Aresu19 entre los ancianos no institucionalizados y con las del estudio de Frid et al.9 entre los ancianos hospitalizados. Sin embargo, el desafío estadístico para el acuerdo que se realizó en estos y otros estudios similares fue que se comparó con el uso de demispan o KH en lugar de la altura medida.
Resultados:
La prevalencia de desnutrición en hombres y mujeres fue de 3,9 y 8,6% según KH, asociada con 2,4 y 5,4% según IMC estándar, y más pronunciada para todas las mujeres de 85 años o más (21% frente a 11,3%). El valor correspondiente en las mujeres de 85 años o más según demispan fue de 16,5% frente a 10% según IMC estándar. La incidencia de obesidad en hombres y mujeres fue de 17,5 y 14,6% según KH, en comparación con 19,0 y 20,03% según IMC estándar.
Conclusión
La principal fortaleza de nuestro estudio es la gran población y la muestra, que es representativa de todo el país debido a una edad aleatoria y a la selección estratificada por género y a la presencia de áreas tanto urbanas como rurales. Existen diferencias antropométricas considerables entre las poblaciones rurales y urbanas, siendo las primeras más pesadas y con mayor masa muscular. Las ecuaciones desarrolladas son las principales entre la población sueca. Una limitación significativa se debe al efecto de cohorte, es decir, la diferencia de altura entre los grupos de edad más jóvenes y los más mayores debido a una altura generacional creciente.
Existe una clasificación errónea relacionada con la edad de la desnutrición y la obesidad entre los ancianos. Se atribuye a las advertencias de la estimación inexacta de la altura entre los ancianos. Hemos propuesto el uso de ecuaciones de estimación de la altura corporal ajustadas por edad y específicas para el sexo basadas en la altura de la rodilla y la envergadura para abordar este problema.
Nota: Este trabajo se presenta parcialmente en el 9º Congreso Internacional de Nutrición y Salud del 20 al 21 de febrero de 2017, Berlín, Alemania.
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