Cruz-López Francisco, Olivos-Meza Anell, Llano Rodríguez Luis Tomás and Ibarra Clemente
El menisco cumple varias funciones mecánicas importantes en la articulación de la rodilla. Después de la menisectomía, el área de contacto tibiofemoral disminuye mientras que las fuerzas de contacto aumentan. El trasplante de aloinjerto de menisco (MAT) ofrece el potencial de restaurar la carga parcial, disminuir los síntomas y proporcionar un efecto condroprotector. El paciente ideal para MAT debe tener una alineación normal, una rodilla estable, ausencia de daño en el cartílago y tener menos de 50 años. Se han descrito varias técnicas de MAT abiertas y artroscópicas. El éxito del MAT es utilizar una técnica mínimamente invasiva sin sacrificar la reconstrucción anatómica precisa de las relaciones meniscofemoaral y meniscotibial originales. La posición anatómica, el tamaño apropiado del injerto y el método de fijación son puntos clave cruciales para obtener buenos resultados. En general, existen tres métodos de fijación: fijación de tejidos blandos, fijación con sutura a través de túneles transóseos y fijación a presión con tapones óseos. Sin embargo, se ha informado de una presión biomecánica y de contacto inferior con túneles de tejidos blandos y transóseos en comparación con la técnica de bloque óseo.
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