El transporte pasivo es un movimiento de iones y otras sustancias atómicas o moleculares a través de las membranas celulares sin necesidad de aporte de energía. A diferencia del transporte activo, no requiere un aporte de energía celular porque, en cambio, está impulsado por la tendencia del sistema a crecer en entropía. La velocidad del transporte pasivo depende de la permeabilidad de la membrana celular, que, a su vez, depende de la organización y características de los lípidos y proteínas de la membrana.