Tyler Kopecky*
La cardiopatía coronaria (CC) sigue siendo un problema de salud pública importante y es fundamental comprender los factores que contribuyen a su desarrollo para una prevención y un tratamiento eficaces. Hace tiempo que se sospecha que el estrés es un posible factor de riesgo de la CC, pero su asociación con la enfermedad en adultos en edad laboral sigue siendo un tema de investigación en curso. Este artículo tiene como objetivo revisar y analizar la evidencia actual en torno a la relación entre el estrés y el riesgo de CC en adultos en edad laboral. Se realizó una búsqueda bibliográfica exhaustiva y se evaluaron críticamente los estudios pertinentes. Los hallazgos sugieren que el estrés crónico, en particular en entornos laborales, puede contribuir a un mayor riesgo de CC en adultos en edad laboral. Sin embargo, los mecanismos subyacentes a esta asociación son complejos y multifactoriales, e involucran vías fisiológicas, conductuales y psicológicas. Se necesitan más investigaciones para dilucidar los mecanismos precisos que vinculan el estrés y la CC y para desarrollar intervenciones específicas para el manejo del estrés en adultos en edad laboral.
Erica Schmidt*
El infarto de miocardio, comúnmente conocido como ataque cardíaco, es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en todo el mundo. La detección temprana y el diagnóstico oportuno desempeñan un papel crucial en el tratamiento eficaz del infarto de miocardio, ya que permiten una intervención oportuna y mejoran los resultados del paciente. Los biomarcadores tradicionales, como las troponinas y la creatina quinasa, se han utilizado ampliamente para diagnosticar el infarto de miocardio. Sin embargo, la búsqueda de biomarcadores más sensibles y específicos ha llevado al descubrimiento de nuevos biomarcadores que pueden proporcionar información valiosa sobre la fisiopatología y la detección temprana del infarto de miocardio. Este artículo de investigación tiene como objetivo revisar y discutir el impacto de estos nuevos biomarcadores en la detección temprana y el diagnóstico del infarto de miocardio, destacando sus posibles aplicaciones clínicas y direcciones futuras.
Alicia Harmon*
El infarto de miocardio (IM), comúnmente conocido como ataque cardíaco, es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en todo el mundo. Es una enfermedad multifactorial con interacciones complejas entre factores genéticos y ambientales. Este artículo de investigación tiene como objetivo explorar el papel de las variaciones genéticas en el riesgo y el pronóstico del infarto de miocardio. Revisamos el conocimiento actual sobre los factores genéticos asociados con el IM, incluidos los estudios de genes candidatos, los estudios de asociación del genoma completo (GWAS) y los estudios funcionales. También analizamos las posibles implicaciones de las variaciones genéticas en la evaluación del riesgo, la prevención y las estrategias de tratamiento personalizadas para el IM.
Anurag Bajaj*
La enfermedad coronaria es una causa importante de morbilidad y mortalidad en todo el mundo, incluidas las poblaciones asiáticas. La dieta desempeña un papel crucial en el desarrollo y la prevención de la enfermedad coronaria. Este artículo de investigación tiene como objetivo explorar el impacto de los patrones dietéticos en el riesgo de enfermedad coronaria en las poblaciones asiáticas. Realizamos una revisión exhaustiva de la literatura existente e identificamos estudios clave que examinan la asociación entre los patrones dietéticos y el riesgo de enfermedad coronaria en las poblaciones asiáticas. Nuestros hallazgos indican que ciertos patrones dietéticos, como la dieta asiática tradicional, la dieta mediterránea y la dieta DASH (enfoques dietéticos para detener la hipertensión), se han asociado con un riesgo reducido de enfermedad coronaria. Sin embargo, la dieta occidentalizada y ciertos patrones dietéticos poco saludables que prevalecen en los países asiáticos han demostrado una asociación positiva con un mayor riesgo de enfermedad coronaria. Además, componentes específicos de la dieta asiática, como el arroz, la soja, el pescado, las verduras, las frutas y el té, se han relacionado con un menor riesgo de enfermedad coronaria.