Min Zhang y Timothy Hill
En el proceso de desarrollo de fármacos hasta su aprobación reglamentaria, los atributos de calidad del producto de una proteína biosimilar deben compararse dentro de límites definidos con los del producto innovador. A diferencia de los fármacos de moléculas pequeñas, cuya estructura normalmente se puede definir por completo y reproducir por completo, los productos biológicos suelen ser más complejos y constan de poblaciones heterogéneas que no son totalmente idénticas a un producto innovador. Por lo tanto, la biosimilitud se demuestra generalmente como la presencia de atributos de calidad del producto coincidentes, una actividad biológica in vitro comparable y ninguna diferencia clínicamente significativa entre el fármaco biosimilar y el producto innovador. La complejidad de los procesos de fabricación de proteínas recombinantes, incluidos los sistemas de expresión (es decir, la línea celular huésped, el vector de expresión, el proceso de desarrollo de la línea celular), las condiciones del proceso de cultivo celular y los sistemas de nutrientes relacionados, como los medios de cultivo celular y los piensos, presentan desafíos significativos para lograr la calidad de producto requerida para los biosimilares. Para abordar estos desafíos, se ha desarrollado un enfoque sistemático que combina la metodología de la caja de herramientas de medios y el "conocimiento" de los bioprocesos para examinar y optimizar las condiciones de fabricación que promueven los perfiles de calidad de producto deseados de las proteínas recombinantes. Se presentan los resultados que utilizan esta estrategia para destacar la eficacia de este enfoque y la implementación exitosa en la fabricación de anticuerpos monoclonales recombinantes biosimilares.
Shweta Dubey y Ankita Garg
El cáncer es un grupo heterogéneo de enfermedades en las que el crecimiento anormal de células con potencial para invadir otras partes del cuerpo toma el control de la homeostasis normal y se vuelve fatal si no se trata a tiempo y correctamente. Hay más de 100 tipos de cáncer caracterizados hasta ahora y muchos aún por identificar. La Organización Mundial de la Salud estima que en 2012 hubo 4 millones de nuevos casos de cáncer en todo el mundo y 8,2 millones de muertes relacionadas con esta enfermedad. Entre las diversas opciones de tratamiento disponibles para el cáncer, la inmunoterapia ofrece un enfoque que se centra en mejorar o incluso inducir una respuesta inmunitaria antitumoral. La inducción o mejora de la respuesta inmunitaria antitumoral es un desafío formidable en el cáncer porque las células tumorales utilizan múltiples estrategias de evasión inmunitaria y evitan ser detectadas o eliminadas por las células inmunitarias. Los puntos de control inmunitarios se refieren a una red de vías de señalización estimuladoras o inhibidoras en el sistema inmunitario que son fundamentales para mantener la autotolerancia, limitar el daño tisular y modular la calidad de la respuesta inmunitaria. Existen pruebas sustanciales de que la regulación positiva de las moléculas de señalización inhibidoras (CTLA-4, PD-1) por parte de las células tumorales subvierte la activación de las células Tefectoras específicas de antígenos tumorales. Por lo tanto, el bloqueo de las vías de señalización inhibidoras puede ser una forma potencial de revitalizar una respuesta inmunitaria agotada en los tumores. Con este enfoque, se ha demostrado que los anticuerpos dirigidos contra CTLA-4 y PD-1 tienen un beneficio terapéutico aceptable en modelos preclínicos y pacientes con cáncer. En esta revisión se analizarán los puntos de control inmunitario importantes que se han identificado como críticos para suprimir la inmunidad antitumoral y que se han explotado como dianas farmacológicas.