La inmovilización en la ciencia del suelo es la conversión de compuestos inorgánicos en compuestos orgánicos por parte de microorganismos o plantas, mediante lo cual se impide que sean accesibles a las plantas. La inmovilización es lo opuesto a la mineralización. La inmovilización de biocatalizadores ayuda en su reutilización económica y en el desarrollo de bioprocesos continuos. Los biocatalizadores se pueden inmovilizar utilizando las enzimas aisladas o las células completas. La inmovilización a menudo estabiliza la estructura de las enzimas, lo que permite sus aplicaciones incluso en condiciones ambientales adversas de pH, temperatura y disolventes orgánicos y, por tanto, permite su uso a altas temperaturas en enzimología no acuosa y en la fabricación de sondas biosensoras. En el futuro, el desarrollo de técnicas para la inmovilización de multienzimas junto con sistemas de retención y regeneración de cofactores podrá aprovecharse provechosamente en el desarrollo de procesos bioquímicos que impliquen conversiones químicas complejas. La presente revisión describe algunos de los aspectos anteriores y delinea el estado actual y los potenciales futuros de las enzimas inmovilizadas y las células no viables en las industrias biotecnológicas emergentes.
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