Alegría Benicio
Las personas con epilepsia también pueden clasificarse en diferentes síndromes en función de sus características clínicas específicas. Estas características incluyen la edad a la que comienzan las convulsiones, los tipos de convulsiones y los hallazgos del EEG, entre otros. Identificar un síndrome epiléptico es beneficioso porque ayuda a determinar las causas subyacentes y a decidir qué medicamento anticonvulsivo se debe probar. Los síndromes epilépticos se diagnostican con mayor frecuencia en bebés y niños. Algunos ejemplos de síndromes epilépticos incluyen la epilepsia rolándica benigna (2,8 por 100.000), la epilepsia de ausencia infantil (0,8 por 100.000) y la epilepsia mioclónica juvenil (0,7 por 100.000). [3] Los síndromes graves con disfunción cerebral difusa causada, al menos en parte, por algún aspecto de la epilepsia, también se conocen como encefalopatías epilépticas. Estas están relacionadas con convulsiones frecuentes que son inmunes al tratamiento y disfunción cognitiva grave, como por ejemplo el síndrome de Lennox-Gastaut y el síndrome de West.
Comparte este artículo