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Volumen 13, Asunto 2 (2021)

Artículo de investigación

Integración de la quimioterapia con braquiterapia en el tratamiento del cáncer de cuello uterino localmente avanzado

Aishwarya Raj

El carcinoma de cuello uterino es el segundo cáncer más común que afecta a las mujeres en la India. La quimiorradiación concurrente ha seguido siendo el único tratamiento definitivo disponible en las etapas localmente avanzadas. Nuestro estudio se planificó para aprovechar la radiosensibilización acumulada debido a la quimioterapia en el momento de la braquiterapia cuando se aplica aproximadamente el cuarenta por ciento de la dosis total del tumor. El diseño del estudio fue prospectivo, aleatorizado y comparativo. Se incluyeron 100 pacientes con carcinoma de células escamosas de cuello uterino localmente avanzado (estadio FIGO IIB a IVA) de 2017 a 2019 y se dividieron en dos grupos de 50 pacientes cada uno según una lista de números aleatorios generada por computadora. A todos se les administró quimiorradiación concurrente seguida de 3 inserciones de braquiterapia según el Sistema Manchester, cada aplicación fue de 7 Gy por HDR. Los pacientes del brazo A (brazo de estudio) recibieron cisplatino 40 mg/m2 junto con EBRT y braquiterapia y el brazo B (brazo de control) recibió cisplatino 40 mg/m2 junto con EBRT únicamente.

Reporte de un caso

CARCINOMA DE CÉLULAS RENALES Y GENÓMICA

Rajendra Nerli

Una masa renal/carcinoma de células renales tiene una variedad de histologías y fenotipos tumorales que presentan un desafío particular para su tratamiento. Una masa renal puede variar desde benigna (oncocitoma) hasta una neoplasia maligna clínicamente indolente (papilar tipo I, cromófoba) o una enfermedad agresiva [papilar tipo II o carcinoma de células renales de células claras de alto grado (ccRCC)]. Incluso entre varios subtipos, los cánceres de riñón son genéticamente diversos con pronósticos variables y tasas de respuesta al tratamiento. La clave para un manejo adecuado depende de la identificación de estos subtipos. Actualmente, hay una amplia gama de biomarcadores de diagnóstico, pronóstico y predicción disponibles para ayudar a guiar la atención individualizada de los pacientes con cáncer de riñón. Este artículo analiza los diversos biomarcadores séricos, urinarios y de imágenes que están disponibles en la práctica.

Mini reseña

Uso de Enzalutamida en el carcinoma de próstata

Rajendra Nerli

Los pacientes con cáncer de próstata metastásico son tratados inicialmente con terapia de privación de andrógenos, ya que la señalización del receptor de andrógenos (AR) es una vía clave en el cáncer de próstata. El cáncer de próstata resistente a la castración (CRPC) es una etapa en la que los pacientes dejan de responder a la terapia de privación de andrógenos, pero siguen dependiendo de la señalización del AR. La enzalutamida, un inhibidor de AR disponible por vía oral, se utilizó inicialmente en el tratamiento de pacientes con CRPC metastásico que habían recibido previamente docetaxel. Las indicaciones se han ampliado posteriormente para incluir a todos los pacientes con CRPC metastásico y, más recientemente, para incluir a los pacientes con CRPC no metastásico. El 16 de diciembre de 2019, la Administración de Alimentos y Medicamentos aprobó la enzalutamida para pacientes con cáncer de próstata metastásico sensible a la castración (mCSPC). Las reacciones adversas más comunes que se han notificado en pacientes tratados con enzalutamida incluyen sofocos, astenia/fatiga, hipertensión, fracturas y dolor musculoesquelético. La dosis recomendada es de 160 mg (cuatro cápsulas de 40 mg) administradas por vía oral una vez al día, con o sin alimentos.

Reporte de un caso

Tumores testiculares no seminomatosos en estadio clínico I: estrategias de tratamiento

Rajendra Nerli

El estadio clínico I es la presentación clínica más frecuente del cáncer testicular no seminomatoso. A pesar de una tasa de supervivencia cercana al 100%, el manejo de los pacientes con este estadio de la enfermedad es controvertido. La tasa de recurrencia es del 15% al ??50% para aquellos con no seminoma en estadio I. Todavía no se dispone de un biomarcador altamente sensible y específico que pueda predecir o confirmar la recaída de la enfermedad y ayudar a impulsar un manejo definitivo adaptado al riesgo. La invasión vascular linfática (LVI) en la pieza de orquiectomía se ha utilizado como un factor de riesgo en pacientes con no seminoma en estadio I, sin embargo, el poder discriminatorio de LVI es modesto en el mejor de los casos. Actualmente no existe un biomarcador definitivo que pueda predecir una recurrencia después de una orquiectomía radical. En situaciones como esta, la vigilancia activa de estos pacientes ayuda a evitar el sobretratamiento en el 50% al 85% de los pacientes, sin riesgo de efectos secundarios a largo plazo en pacientes que no recaen y una supervivencia general preservada de casi el 100% después del tratamiento específico para la enfermedad recurrente. Aunque la vigilancia activa ha sido aceptada como la opción preferida para el cáncer no seminoma de bajo riesgo en estadio I, su papel en el cáncer no seminoma de alto riesgo en estadio I sigue siendo controvertido.

Reporte de un caso

Metástasis de pene por cáncer de próstata: informe de un caso

Rajendra Nerli

Se sabe que la metástasis de la próstata al pene se produce, aunque es poco frecuente. La biopsia con aguja sigue siendo la modalidad diagnóstica más fiable, ya que permite la confirmación histológica e inmunológica de la metástasis y la evaluación del grado de invasión. El modo de metástasis parece ser la invasión directa, la implantación, la diseminación hematógena o linfática. El tratamiento sigue siendo principalmente paliativo y la mejora de la calidad de vida en vista del mal pronóstico y una mortalidad a los 6 meses del 80%. Informamos de un paciente con cáncer de próstata resistente a la castración que presentó síntomas de micción obstructiva y lesiones rojizas en el glande. La biopsia demostró que se trataba de una metástasis del cáncer de próstata.

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