Rajendra Nerli
El estadio clínico I es la presentación clínica más frecuente del cáncer testicular no seminomatoso. A pesar de una tasa de supervivencia cercana al 100%, el manejo de los pacientes con este estadio de la enfermedad es controvertido. La tasa de recurrencia es del 15% al ??50% para aquellos con no seminoma en estadio I. Todavía no se dispone de un biomarcador altamente sensible y específico que pueda predecir o confirmar la recaída de la enfermedad y ayudar a impulsar un manejo definitivo adaptado al riesgo. La invasión vascular linfática (LVI) en la pieza de orquiectomía se ha utilizado como un factor de riesgo en pacientes con no seminoma en estadio I, sin embargo, el poder discriminatorio de LVI es modesto en el mejor de los casos. Actualmente no existe un biomarcador definitivo que pueda predecir una recurrencia después de una orquiectomía radical. En situaciones como esta, la vigilancia activa de estos pacientes ayuda a evitar el sobretratamiento en el 50% al 85% de los pacientes, sin riesgo de efectos secundarios a largo plazo en pacientes que no recaen y una supervivencia general preservada de casi el 100% después del tratamiento específico para la enfermedad recurrente. Aunque la vigilancia activa ha sido aceptada como la opción preferida para el cáncer no seminoma de bajo riesgo en estadio I, su papel en el cáncer no seminoma de alto riesgo en estadio I sigue siendo controvertido.
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