Eva J Usadi y el reverendo Sean A Levine
Aunque proliferan los programas que utilizan caballos con veteranos de guerra, pocos apuntan específicamente al daño moral. Muchos creen que montar a caballo constituye una terapia para el trastorno de estrés postraumático. Si bien puede haber un beneficio porque el movimiento del caballo regula el sistema nervioso, esta práctica está contraindicada para los guerreros con daño moral, que consideramos separado y distinto del trastorno de estrés postraumático, y no un trastorno. Nuestra definición de daño moral es que es una crisis existencial/espiritual que es el resultado de haber sido entrenado para anular la aversión instintiva a quitar la vida humana.
También puede ser consecuencia de haber perpetrado actos durante operaciones de combate, necesarios en ese momento para la supervivencia, que dañan la conciencia o la brújula moral. En la medida en que los guerreros pueden tener tanto TEPT como Herida Moral, esta última requiere un enfoque clínico diferente. Los guerreros que asisten al programa Warrior Camp® de Trauma and Resiliency Resources Inc. no montan ni tienen acceso a ronzales, correajes u otros instrumentos de dominación o control.
Nuestro trabajo en TRR se basa en el modelo EAGALA de psicoterapia asistida por equinos. Este método es el más adecuado para los guerreros con daño moral porque permite un uso más sólido de la capacidad del caballo para reflejar intuitivamente sin prejuicios. En particular, la capacidad de un caballo para identificar intuitivamente las rupturas de apego posteriores a la guerra causadas por experiencias de combate moralmente dañinas se aprovecha mejor cuando los veteranos mantienen los pies en la tierra.
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