Haruka Swendsen, Joseph M Galante, Garth H Utter, Sarah Bateni, Lynette A Scherer, Carol R Schermer
Antecedentes: La administración de ácido tranexámico (TXA) se asocia con una reducción de la mortalidad en entornos civiles y militares. El propósito de este estudio fue evaluar una pauta de tratamiento con TXA en pacientes con lesiones traumáticas en un centro de traumatología de nivel I. La pauta era administrar TXA a pacientes que iban directamente al quirófano, o con PAS < 90, o para quienes se activó nuestra pauta de transfusión masiva. La hipótesis fue que el TXA conferiría un beneficio en la mortalidad sin aumentar las complicaciones tromboembólicas (TVP/EP) o la lesión renal aguda (LRA).
Métodos: Se revisaron los registros de los pacientes que recibieron TXA. Se compararon los pacientes que recibieron TXA con una muestra aleatoria de controles históricos que cumplieron con los criterios de administración pero no recibieron TXA. Se compararon los resultados de los pacientes que cumplieron con los criterios para la administración de TXA y también de los que fueron directamente al quirófano.
Resultados: Desde diciembre de 2011 hasta julio de 2012, 52 pacientes con traumatismos recibieron TXA. En comparación con 74 controles (PAS < 90), los receptores de TXA mostraron una tendencia hacia una menor mortalidad (5,8% frente a 17,6%, p = 0,05), mayor TVP/EP (11,5% frente a 0, p = 0,004) y más IRA (25% frente a 11%, p = 0,02). Sin embargo, las características basales no coincidieron bien. Cuando se seleccionaron controles de pacientes hipotensos que iban directamente al quirófano, la coincidencia inicial fue excelente. Entre las cohortes bien coincidentes que iban directamente al quirófano, los receptores de TXA tuvieron una menor mortalidad a las 24 horas (4,3% frente a 19,1%, p = 0,03), más TVP/EP (12% frente a 0%, p = 0,012), una tendencia hacia más IRA (28% frente a 15%, p = 0,12) pero no hubo diferencias en la transfusión.
Conclusión: En casos de traumatismos civiles, la administración temprana de TXA confiere una ventaja de supervivencia temprana sin afectar el uso de productos sanguíneos, pero puede aumentar el riesgo de TVP/EP y IRA.
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