Thomas MO, Allen KS y Alex BD
Aproximadamente entre 1,6 y 3,8 millones de lesiones cerebrales traumáticas leves ocurren cada año como resultado directo de la participación en deportes [1-6]. El fútbol, ??particularmente en el nivel de escuela secundaria, es el deporte más común asociado con estas lesiones [2]. Como deporte de colisión, los cascos son un dispositivo de protección importante [4]. La edad, el estado y el ajuste de los cascos de fútbol son factores importantes para optimizar sus propiedades protectoras. Planteamos la hipótesis de que debido a la dotación de personal inconsistente, la falta de recursos y la menor conciencia general del problema, los programas deportivos de las escuelas secundarias tienen una supervisión y un cuidado subóptimos de su inventario de cascos, lo que disminuye la seguridad relacionada con los traumatismos craneales para sus atletas. Además de este punto, planteamos la hipótesis de que los cascos en las escuelas privadas y las áreas suburbanas serán más nuevos, estarán mejor acondicionados y mejor inspeccionados que los cascos en las áreas rurales y del centro de la ciudad. Realizamos este estudio para investigar el estado actual de las pruebas, el mantenimiento y el ajuste de los cascos en una cohorte de escuelas secundarias en Middle Tennessee.
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