Julia Holl y Sven Barnow
Está ampliamente demostrado que la exposición a traumas psicológicos tempranos en la infancia o la adolescencia representa un factor de riesgo sustancial para el desarrollo psicopatológico en la edad adulta. En particular, los denominados eventos traumáticos de tipo II, es decir, experiencias traumáticas interpersonales repetidas o crónicas como el abuso emocional, físico y sexual, y el abandono físico y emocional, se asocian con el desarrollo de una amplia gama de trastornos mentales.
Comparte este artículo