Thomas J. Esposito
Las LESIONES cerebrales traumáticas son un problema importante en la atención médica estadounidense, que requiere una enorme cantidad de recursos. Los neurocirujanos son una parte integral de la atención de las lesiones en la cabeza junto con el cirujano traumatólogo, en particular en aquellos casos que involucran traumatismos multisistémicos. Los neurocirujanos altamente capacitados y dedicados al cuidado de una amplia gama de afecciones neurológicas, incluidos los traumatismos, son escasos. Además, al igual que sus colegas cirujanos generales, se ven sobrecargados no solo por el exceso de lesiones en la cabeza, sino también por los desincentivos sociales, financieros y legales percibidos asociados con su atención. Es por eso que, juntos, debemos encontrar una manera de compartir y reducir la carga de la atención de las lesiones en la cabeza para ambos tipos de profesionales y mantener a ambos comprometidos con este servicio vitalmente necesario para la sociedad.
Es con ese fin que se ofrece este ensayo, ciertamente provocador y “irónico”. Su propósito no es señalar a los neurocirujanos para castigarlos, sino más bien estimular un debate entusiasta, pero colegial, honesto y productivo sobre cuestiones fundamentales. Es crucial que estas cuestiones se resuelvan rápidamente para poder avanzar y brindar el tan necesario acceso a una atención de calidad brindada por profesionales bien capacitados y comprometidos que se enorgullecen y se sienten satisfechos de su trabajo.
Comparte este artículo