www.scitechnol.com/scholarly/orthopedic-surgery-journals-articles-ppts-list.phpOboirien M y Ukwuani S
Antecedentes: Las fracturas humerales pueden ocurrir solas o como parte de lesiones asociadas en politraumatismos. Nuestro objetivo es documentar el patrón y el manejo de estas fracturas en nuestra subregión.
Pacientes y método: Este fue un estudio retrospectivo de todos los casos de fracturas humerales que se presentaron en nuestros departamentos ambulatorios y de emergencia desde enero de 2012 a diciembre de 2014. La información obtenida incluye edad, sexo, mecanismo y patrón de lesión, tratamiento ofrecido y resultado. El nivel de significancia fue < 0,05
Resultados: Se observaron un total de ochenta casos con una relación M: F de 4,3: 1. El 33% de los pacientes tenían entre 31 y 40 años y el húmero izquierdo estaba afectado en el 51,3%. El accidente de tránsito fue el mecanismo más común en el 71,3%. El 85% de los casos fueron fracturas cerradas y las fracturas diafisarias constituyeron el 56,3%. El patrón de fractura oblicua fue el más común en el 42,5%, seguido de la transversal en el 23,8%. Hubo lesiones asociadas en el 52,5% de los casos. El 84% de los pacientes se presentaron dentro de las 72 horas posteriores a la lesión, mientras que el 11,3% de los pacientes habían recibido tratamiento previo con engarzadores tradicionales de huesos (TBS). Las complicaciones en la presentación en aquellos con intervención TBS previa fueron estadísticamente significativas (P = 0,005). El tratamiento ofrecido fue férula de yeso en el 57,5%, reducción abierta y fijación interna en el 17,5%. Se realizó amputación en el 5,0% de los casos. Sepsis de la herida (5,0%), rigidez del codo (2,5%) y osteomielitis crónica (2,5%) fueron las complicaciones posteriores a la intervención encontradas.
Conclusión: Las fracturas que afectan al húmero son principalmente diafisarias y la férula de yeso es el modo de tratamiento más común en nuestra subregión.
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