Martin Kopáni, Jana Hlinková, Hermann Ehrlich, Dušan Valigura y Roman Bo?a
En las distintas partes del cerebro humano se pueden encontrar varios tipos de óxidos de hierro, que se pueden identificar mediante la microscopía óptica y mediante el uso de la microscopía electrónica en modo de barrido o transmisión. Algunos de ellos no son magnéticos, mientras que otros, por el contrario, muestran una respuesta magnética. No está claro qué tipo de partículas magnéticas se acumulan en el cerebro humano como depósitos inorgánicos. Se utilizaron la microscopía óptica, la microscopía electrónica y el sensible Dispositivo Superconductor de Interferencia Cuántica (magnetómetro SQUID) para detectar depósitos de hierro y su respuesta magnética en las muestras extraídas del globo pálido del cerebro humano. La microscopía electrónica revela la presencia de monocristales de hematita (α-Fe2O3) de tamaño de hasta 1000 nm en las muestras extraídas de G. pallidus debido a los difractogramas característicos de la celda unitaria hexagonal; este mineral ofrece básicamente una respuesta diamagnética. La dependencia de la temperatura de la susceptibilidad magnética permite clasificar las muestras en tres grupos: mayoritariamente diamagnéticos I, predominantemente paramagnéticos III y una clase intermedia II. Las muestras a granel exhiben un ordenamiento magnético de largo alcance con histéresis magnética evidenciada no solo a baja temperatura sino también a temperatura ambiente. Las funciones magnéticas registradas se refieren a la presencia de magnetita (Fe3O4) o maghemita (γ-Fe2O3). Los óxidos de hierro y los oxidohidróxidos que se encuentran como depósitos inorgánicos en el cerebro humano pueden resultar de la interacción entre el hierro y el microambiente en forma de polisacáridos de glicoconjugados. Presentan magnetoactividad característica de la magnetita y/o maghemita.
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