Kyle E Walker, Elaine Pahilan M, Carlos Previgliano y Asser M Youssef
Objetivos: La toracostomía con tubo es un procedimiento común que se realiza después de un traumatismo torácico. La práctica actual consiste en insertar el tubo en el tercer, cuarto o quinto espacio intercostal (EIC) en la línea axilar anterior. En este estudio, comparamos los resultados de los tubos insertados en espacios inferiores frente a la ubicación estándar (más alta).
Métodos: Se identificaron los pacientes que recibieron un tubo torácico después de un traumatismo torácico mediante el registro de traumatismos en un centro de traumatología de nivel 1 desde julio de 2009 hasta diciembre de 2011. Cada tubo insertado se clasificó como de colocación “alta” (3.º a 5.º ICS) o “baja” (6.º a 7.º ICS). Se revisaron los registros de los pacientes en busca de datos demográficos, puntuación de gravedad de la lesión (ISS), intervalo entre el tubo torácico (CTI), duración de la estancia hospitalaria (LOHS), intervenciones (incluidas toracoscopia y toracotomía) y mortalidad.
Resultados: No hubo diferencias entre ambos grupos en cuanto a edad, ISS, intervenciones o mortalidad. Sin embargo, los pacientes que recibieron tubos torácicos en el 3.er al 5.º ICS (grupo alto) demostraron un CTI y LOHS significativamente menores al controlar la edad y el ISS. (Regresión multilineal, valor F = 3,14 y 9,44; p = 0,027 y < 0,0001, respectivamente)
Conclusión: Los tubos de toracotomía de colocación baja son tan seguros como los de colocación alta, sin diferencias en los resultados en términos de morbilidad y mortalidad. Sin embargo, los pacientes con colocación baja informaron un CTI más largo y un LOHS más largo.
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