Elizabeth Viglianti
Los ganglios linfáticos son órganos pequeños con forma de frijol que desempeñan un papel crucial en el funcionamiento del sistema inmunológico. Están distribuidos por todo el cuerpo y están interconectados por los vasos linfáticos. Los ganglios linfáticos son responsables de filtrar y eliminar productos de desecho, toxinas y microorganismos dañinos del cuerpo. Sin embargo, también tienen otra función importante, a saber, identificar y combatir las células cancerosas que han hecho metástasis desde el sitio del tumor primario. La metástasis del cáncer se refiere a la propagación de células cancerosas desde el sitio del tumor original a otras partes del cuerpo. Esto ocurre a través de un proceso llamado diseminación linfática, donde las células cancerosas ingresan a los vasos linfáticos y viajan a los ganglios linfáticos cercanos. Una vez que las células cancerosas llegan a los ganglios linfáticos, pueden crecer y formar nuevos tumores, lo que lleva a una mayor propagación del cáncer en todo el cuerpo. Los ganglios linfáticos son particularmente vulnerables a la metástasis del cáncer porque actúan como filtros para el sistema linfático. También están bien conectados con el sistema circulatorio, lo que facilita que las células cancerosas se muevan de un ganglio linfático a otro y, finalmente, se propaguen por todo el cuerpo. La presencia de células cancerosas en los ganglios linfáticos es una indicación de que el cáncer ha comenzado a propagarse más allá del sitio del tumor primario y que la enfermedad ha progresado a una etapa avanzada.
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