Shimon Slavin, Nadir Askenasy y Chaya Brodie
Basándose en la estrategia de medicina predictiva, preventiva y personalizada (PPPM) para el tratamiento del cáncer, se debe considerar la inmunoterapia y otras modalidades anticancerígenas dirigidas para curar el cáncer en una etapa temprana de la enfermedad después de un tratamiento convencional exitoso. Alternativamente, la estrategia PPPM se debe aplicar en la etapa de enfermedad residual mínima (MRD) inducida después de la reinducción exitosa de una segunda remisión o de una posterior.
Afortunadamente, se puede lograr una etapa de enfermedad residual mínima en la mayoría de los pacientes con cáncer después del tratamiento convencional, pero en ausencia de enfermedad visible o ausencia de síntomas, generalmente se niega el tratamiento adicional. Se debe considerar la PPPM utilizando un tratamiento innovador y seguro centrado en la inmunoterapia para los pacientes en riesgo porque se puede lograr la erradicación de la MRD mientras que el tratamiento de la enfermedad manifiesta puede ya no ser posible. De manera similar al tratamiento de las enfermedades infecciosas, el objetivo debe ser reconocer los casos de alto riesgo por adelantado y tratar la MRD porque las células malignas residuales no se pueden detectar con las tecnologías de imágenes disponibles.
El mensaje final es que en la etapa de enfermedad residual mínima, centrarse en la inmunoterapia y otras modalidades específicas contra el cáncer puede ser seguro, exitoso y posiblemente la única manera de curar el cáncer, o al menos de controlar mejor la progresión del tumor.
Casadei Gardini Andrea y Frassineti Giovanni Luca
Antecedentes: Presentamos un caso de respuesta completa en una paciente con cáncer de mama metastásico tratado con quimioterapia metronómica.
Presentación del caso: Mujer de 51 años de edad, sometida a mastectomía en mayo de 2008. Recibió quimioterapia de primera línea con doxorrubicina cada 21 días. La reevaluación por TC después de diez ciclos mostró una respuesta parcial al tratamiento. Se decidió suspender el tratamiento con doxorrubicina e iniciar terapia metronómica con ciclofosfamida 50 mg diarios por vía oral y Metotrexato 2,5 mg dos veces al día. Después de dos meses de este tratamiento de mantenimiento, la TC mostró una respuesta completa.
El tratamiento metronómico continúa y después de 45 meses la paciente mantiene una respuesta completa.
Conclusión: Este caso clínico también resalta cuán adecuada puede ser la quimioterapia metronómica como terapia de mantenimiento, permitiendo un tratamiento a largo plazo sin toxicidad relevante.