Laura Whitaker*, Victoria Campbell, Miguel Montenegro y Howard F. Jackson
Las investigaciones han indicado que la estructura y la capacidad del paciente para autoestructurarse son fundamentales para la rehabilitación de una lesión cerebral post-aguda. Anteriormente se ha teorizado que la autoestructuración incluye componentes denominados Anclajes, Andamiaje y Estrategias. En el presente estudio se utilizó una medida fiable y validada de autoestructuración –la Evaluación Conductual de Autoestructuración (BASS, por sus siglas en inglés)– destinada a identificar posibles subgrupos de la escala y explorar más a fondo la validez del constructo. Se evaluaron 197 admisiones consecutivas en las Unidades de Rehabilitación de Transición (TRU, por sus siglas en inglés) utilizando la BASS y los resultados se sometieron a un análisis factorial de rotación varimax. Se revelaron cuatro factores, todos los cuales podrían estar relacionados con el modelo teórico de autoestructuración, incluidos los Sistemas (Andamiaje), las Rutinas (Anclajes), la Conciencia y la Autorregulación (ambos surgiendo como dos subdivisiones de las Estrategias). A pesar de la ortogonalidad, los cuatro factores estaban altamente correlacionados. Solo la edad en el momento de la lesión cerebral y la causa de la lesión cerebral mostraron una relación significativa con la Conciencia (Estrategias), las Rutinas (Anclajes) y los Sistemas (Andamiaje). No se encontró una relación significativa para el género, la edad en el momento de la admisión o la duración de la admisión. En conclusión, los hallazgos son consistentes con investigaciones anteriores y confirman los modelos teóricos de autoestructuración. Se ha obtenido una mayor comprensión de las complejidades de la autoestructuración, ya que los resultados proponen evidencia convincente de que los 26 elementos del BASS ahora se pueden subdividir en cuatro subcategorías distintas: Conciencia, Sistemas, Rutinas y Autorregulación. Las subcategorías ahora se pueden utilizar para identificar fortalezas individuales y áreas de debilidad dentro de la autoestructuración. Esto puede informar la adaptación de programas o enfoques de neurorrehabilitación en función de la necesidad del cliente, y el cambio en las puntuaciones podría evaluarse a lo largo del tiempo.