Sitah S Alshutwi* y Adel F Almutairi
Muchos hospitales en todo el mundo han experimentado recientemente un aumento en las tasas de rotación entre sus profesionales de la salud. Por ejemplo, en los Estados Unidos, la tasa de rotación de los profesionales de la salud ha aumentado drásticamente del 13,5% en 2011 al 17,2% en 2015. Casi el 40% de las enfermeras recién contratadas en los Estados Unidos tienen la intención de dejar sus trabajos y buscar nuevos puestos dentro del primer año de su empleo. La literatura existente ha documentado muchos factores que pueden contribuir a altas tasas de rotación, como el estrés, los sentimientos de incompetencia, la falta de desarrollo y capacitación profesional, las oportunidades limitadas y la falta de las habilidades y el conocimiento necesarios. Sin embargo, recientemente se ha analizado en la literatura un nuevo factor que puede conducir a la rotación y está ganando mayor atención: el conflicto que existe entre el trabajo y las demandas familiares. En este artículo, analizamos el concepto de conflicto trabajo-familia, sus consecuencias y una estrategia prometedora para abordar eficazmente este problema y abordar sus consecuencias. Ayudar a los proveedores de atención médica a mantener el equilibrio entre el trabajo y las demandas familiares puede reducir el estrés y aumentar la satisfacción laboral entre las enfermeras, lo que eventualmente puede conducir a su retención en el lugar de trabajo.
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