Filipe A Colombo, Rogerio Brasiliense Elsemann, Alexandre Conde, Daniel Galafassi y Alexandra F Gazzoni
En la actualidad, el SIDA representa el factor de riesgo más común para el desarrollo de la criptococosis. A pesar de la rápida ampliación de los programas de terapia antirretroviral y la inversión mundial en el cuidado del VIH durante la última década, la disminución de las tasas de incidencia y mortalidad asociadas con la criptococosis no ha sido proporcional. Este artículo pone en contexto los estudios diagnósticos y morfológicos recientes, con especial atención al diagnóstico de laboratorio basado en la micología clásica: (a) histopatología mediante las técnicas histoquímicas de hematoxilina y eosina, ácido peryódico de Schiff y plata de Grocott, así como técnicas histoquímicas especiales como mucicarmín de Mayer y Fontana-Masson; (b) cultivos mediante medio de Sabouraud, agar infusión cerebro-corazón, agar canavanina-glicina-azul de bromotimol, además de medio de agar semilla de Níger y técnica de hemocultivo por lisis-centrifugación; (c) serología mediante la prueba del antígeno criptocócico y el ensayo de flujo lateral del antígeno criptocócico. En este artículo, también analizamos el nuevo ensayo rápido de flujo lateral en el punto de atención que se utilizará para detectar a personas infectadas por el VIH con recuentos de CD4 inferiores a 100 células/μL. Cabe señalar que los hallazgos de laboratorio deben interpretarse teniendo en cuenta la historia clínica y epidemiológica de todos los pacientes. En consecuencia, las herramientas de diagnóstico solo se utilizan adecuadamente si el médico tratante es consciente de la propensión de los pacientes a contraer una infección fúngica.
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