Mohammad Ali Yadegary, Ali Aghajanloo, Nahid Dehghan Nayeri
La gravedad del duelo depende de la experiencia de pérdida del individuo, la edad del fallecido y la condición de muerte del ser querido. La paz de los sobrevivientes es posible siempre que exista una comprensión adecuada de las circunstancias de la muerte. Esta cuestión está completamente relacionada con el contexto y está influenciada por la cultura asociada en las sociedades. La muerte inesperada sin ceremonias de entierro y duelo debido a la prevalencia de COVID-19 ha afectado el proceso típico de duelo en la familia del fallecido. Las emociones negativas y dolorosas deben ser resueltas por la psique humana, de lo contrario se creará la condición para un duelo no expresado. Los desafíos de la crisis pandémica deben reconocerse como una parte inevitable de la vida humana, y nuestros objetivos y programas deben ser prácticos y tangibles para aliviar el dolor psicológico y la carga impuesta a los sobrevivientes. La pertinacia ante cuestiones inevitables como la muerte y la resistencia a alcanzar la paz interior y la felicidad en la vida no son signos de amor y afecto por el fallecido. Además, el principio de distanciamiento físico debe ser reemplazado por el distanciamiento social.
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