Genevieve Andersen
La creciente polarización política en el Congreso y en el público en general parece estar en línea con la llegada de las redes sociales. Eventos como el cierre gubernamental de 2019 ponen de relieve el partidismo en el Congreso que ha llevado a un estancamiento inquietante. Como podría estar en juego una democracia verdaderamente representativa, es importante entender cómo el partidismo entre los ciudadanos refleja la discordia en el Congreso. Como afirma Ronald Brownstein en The Second Civil War, “el partidismo extremo ha producido un ambiente tóxico... que priva de derechos a los millones de estadounidenses atraídos por el compromiso pragmático” (2007, p. 13). Según el Pew Research Center, la brecha entre los valores políticos de los demócratas y los republicanos es ahora más grande que en cualquier otro momento de la historia del Pew Research Center (Mitchell, 2017).
La causa de esta polarización se ha relacionado con muchas fuentes diferentes. Los medios tradicionales son una institución de enlace (un sistema que conecta al gobierno con el pueblo) que ha sido examinada por estimular el hiperpartidismo. La legislación y las decisiones judiciales han ampliado los derechos de la primera enmienda a los medios tradicionales, lo que ha dado lugar a fuentes de noticias más sesgadas y a una posible desinformación, así como a una falta de coherencia en todo el espectro ideológico de las noticias. Sin embargo, los medios tradicionales siguen teniendo un filtro importante: una gran parte de la población no tiene acceso a su propio programa de noticias o periódico para difundir sus ideales.
Las redes sociales también se han convertido en una institución de enlace frecuente entre electores y representantes, y pueden ser una forma accesible de encontrar información sobre candidatos, partidos y acontecimientos de actualidad. Sin embargo, también es más fácil difundir información errónea a una audiencia significativa.
Muchas configuraciones de programación de redes sociales pueden crear una “cámara de eco” y solo compartir con los ciudadanos información que fortalezca su ideología política.
Otro factor que diferencia las redes sociales de los medios tradicionales es el grupo de edad al que atraen. Aproximadamente el 81% de los adolescentes utilizan las redes sociales (Anderson y Jiang, 2018). Debido a esto, más de la mitad de los adolescentes se informan a través de plataformas como Instagram, Facebook y Twitter (Common Sense Media, 2019). A medida que los adolescentes desarrollan sus ideologías políticas, las redes sociales pueden afectar su exposición a la información y, por lo tanto, afectar la socialización hacia temas polarizadores. En consecuencia, los adolescentes podrían estar desarrollando puntos de vista polarizados a una edad más temprana, lo que afectaría enormemente la política futura. Como tal, es importante desarrollar una mejor comprensión de la diferencia entre la influencia de las redes sociales y los medios tradicionales en el desarrollo de la ideología política de los adolescentes. Esto lleva a la pregunta: desde el auge de las redes sociales, ¿cómo han afectado las redes sociales al desarrollo ideológico político de los adolescentes? Para responder, debo identificar la historia y los efectos de las redes sociales y tradicionales, definir términos imperativos para mi investigación y analizar el uso de las redes sociales por parte de los adolescentes.
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