Auwal Abdullahi
El ictus produce un deterioro de las funciones motoras, cognitivas y sensoriales/perceptivas. Por ello, las actividades de la vida diaria (AVD) después del ictus pueden verse afectadas. Estas afectaciones pueden persistir durante mucho tiempo dependiendo de la extensión de la afectación en el cerebro y la rehabilitación. De hecho, últimamente se ha reconocido que el ictus es una enfermedad de larga duración. Por ello, la rehabilitación del ictus requiere un tiempo intensivo. Cuando se produce un ictus, el cerebro aprovecha en gran medida el aprendizaje para recuperar la función; y se sabe que la mejor manera de inducir dicho aprendizaje es mediante un entrenamiento específico para la tarea. Una rehabilitación eficaz del ictus requiere el conocimiento de la base de evidencia disponible actualmente. Sin embargo, para adoptar la evidencia disponible actualmente, se necesitan habilidades en la recuperación de información y la evaluación crítica de la literatura. Lamentablemente, las habilidades de un fisioterapeuta, por ejemplo, de nivel inicial, pueden no ser adecuadas para que esté al tanto de la práctica basada en la evidencia. Por lo tanto, es necesario resumir la literatura para dichos terapeutas a fin de ayudarlos a señalar algunas cuestiones importantes en la rehabilitación del ictus.
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