Collins C. Iwuji, Nuala McGrath, Tulio de Oliveira, Kholoud Porter, Deenan Pillay, Martin Fisher, Melanie Newport y Marie-Louise Newell
Introducción: Se han logrado avances notables en el control de la epidemia del VIH, aunque no lo suficiente para lograr el control de la epidemia. Más recientemente, ha aumentado el interés en los enfoques biomédicos de control del VIH, pero los desafíos sustanciales con la cascada de atención del VIH impiden una implementación exitosa. Resumimos todos los métodos de prevención del VIH disponibles y hacemos recomendaciones sobre cómo abordar los desafíos actuales.
Discusión: En los primeros días de la epidemia, predominaban los enfoques conductuales para controlar el VIH, y las pocas intervenciones basadas en evidencia disponibles que demostraron reducir la transmisión del VIH se aplicaban de forma independiente unas de otras. Más recientemente, ha quedado claro que para lograr el control de la epidemia se necesitan estrategias de prevención combinadas dirigidas a las zonas geográficas de alta transmisión y a las personas con mayor riesgo de infecciones. Las estrategias biomédicas, como la circuncisión médica masculina y la terapia antirretroviral para el tratamiento de las personas VIH positivas y como profilaxis previa a la exposición en las personas VIH negativas, ofrecen una enorme promesa para el futuro del control del VIH. En los entornos ricos en recursos, se ha observado la amenaza de que el optimismo en torno al tratamiento del VIH dé lugar a un aumento de la adopción de riesgos sexuales y existe la preocupación de que, a medida que la implementación de la terapia antirretroviral madure en los entornos pobres en recursos y los beneficios de la terapia antirretroviral se hagan claramente visibles, la desinhibición conductual también pueda convertirse en un problema en esos entornos. Lamentablemente, sigue siendo difícil encontrar una vacuna eficaz, una estrategia que podría detener la epidemia del VIH.
Conclusión: La prevención combinada del VIH ofrece un enfoque lógico para el control del VIH, aunque las opciones disponibles y la forma en que deben combinarse dependen del contexto. Por lo tanto, es fundamental conocer los factores locales o nacionales que impulsan la infección por VIH. Los problemas con el proceso continuo de atención del VIH siguen siendo motivo de preocupación y obstaculizan el avance hacia la meta del ONUSIDA de 90-90-90 para 2020. Es necesario investigar sobre intervenciones combinadas que aborden todos los pasos de la cascada, ya que los pasos no son independientes entre sí. Hasta que no se aborden estas cuestiones, la eliminación del VIH puede seguir siendo una meta inalcanzable.
Comparte este artículo