Prest de Mathil
La gestión de procesos empresariales (BPM) utiliza metodologías para descubrir, modelar, analizar, medir, mejorar y optimizar la estrategia y los procesos corporativos. Si bien a veces se confunde con la gestión de tareas y proyectos, su alcance es mucho más amplio. La gestión de tareas se centra en tareas específicas, mientras que la BPM analiza todo el proceso de principio a fin. La gestión de proyectos se relaciona con un alcance de trabajo único, mientras que la BPM se ocupa de procesos repetidos. Las organizaciones pueden mejorar todas sus operaciones mediante la reingeniería continua de procesos, lo que da como resultado una mayor eficiencia y ahorro de costos. Los enfoques de BPM como Six Sigma y los principios Lean son ejemplos de esta noción. Las suites de gestión de procesos corporativos pueden coordinar personas, sistemas, información y material para lograr resultados comerciales al incluir análisis avanzados, monitoreo de actividades y capacidades de gestión de decisiones. Como resultado, han demostrado ser muy útiles para acelerar los planes de transformación digital.
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