Juan Kabucua
El dilema de las noticias falsas sigue asustando a los gobiernos, los medios de comunicación, los periodistas, las organizaciones no gubernamentales y las audiencias de todo el mundo. Varias instituciones e individuos han desarrollado mecanismos para detectar y contrarrestar las noticias falsas que van desde leyes contra las noticias falsas, políticas de redes sociales, aplicaciones de verificación de hechos y tecnologías de búsqueda inversa. Sin embargo, las noticias falsas siguen siendo un enigma para el mundo de la comunicación y la gestión de la información [ 1 ]. Una estrategia de gestión que se ha pasado por alto a lo largo de los años es la alfabetización mediática e informacional propuesta en la Declaración de Grunwald sobre Educación en Medios en 1982 por 19 naciones durante el Simposio Internacional de Educación en Medios de la UNESCO. Este documento de revisión teórica se centra en el papel de la alfabetización mediática en la gestión de las noticias falsas [ 2 ]. Dado que la mayoría de las prácticas de detección y contraataque de noticias falsas se han centrado en el lugar de los periodistas, las empresas de medios, los gobiernos y los propietarios de redes sociales sin un éxito definitivo, este estudio se centra en el empoderamiento del consumidor de noticias falsas a través de la alfabetización mediática [ 3 ]. La revisión concluye que, si las audiencias de noticias falsas están empoderadas a través de la alfabetización mediática, entonces pueden obtener, procesar, consumir y archivar información solo después de la verificación. Este estudio recomienda un cambio de paradigma desde centrar toda la atención en detectar y contrarrestar las noticias falsas de los medios, periodistas, sistemas legales y propietarios de redes sociales hasta empoderar a los consumidores de noticias a través de la alfabetización mediática [ 4 ].
Comparte este artículo