Annette Burgess, Heather Jeffery, Shinetugs Bayanbileg, Erdenekhuu Nansalmaa y Kirsten Black
Antecedentes: La educación médica en Mongolia enfrenta muchos desafíos en términos de capacidad de personal, gran número de estudiantes y acceso limitado a la experiencia clínica. El Gobierno de Mongolia ha asignado una alta prioridad a la reducción de la mortalidad materna e infantil, lo que requiere mejoras en la calidad de la capacitación médica, asegurando que se forme y mantenga una fuerza laboral de salud altamente calificada. En 2014, un equipo de personal académico de la Escuela de Medicina de Sydney fue designado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) para ayudar a revisar y actualizar el plan de estudios de los estudiantes de medicina en obstetricia, ginecología y neonatología de acuerdo con las mejores prácticas internacionales. La primera fase incluyó una visita a Sydney de una delegación de alto nivel de Mongolia, incluidos representantes de la Universidad Nacional de Ciencias Médicas de Mongolia (MNUMS), el UNFPA y el Ministerio de Salud de Mongolia. El programa, de una semana de duración, fue diseñado para demostrar las mejores prácticas en la educación médica de pregrado en obstetricia, ginecología y neonatología, y mostrar prácticas de enseñanza modernas.
Métodos: El diseño del curso incluyó la demostración y participación en un curso estructurado, clínico, objetivo, de referencia, orientado a problemas, integrado y organizado (SCORPIO) de cuatro estaciones; la observación de una sesión de razonamiento clínico (CRS); la demostración y participación en un OSCE de cuatro estaciones y la enseñanza de las mejores prácticas en la redacción de preguntas de opción múltiple con la mejor respuesta. Los participantes también tomaron parte en una sesión de capacitación para docentes. El programa se implementó en un gran hospital universitario en Sydney, Australia. Empleamos métodos mixtos para evaluar el programa, utilizando cuestionarios previos y posteriores y un grupo de discusión.
Resultados: El programa aumentó la percepción de los participantes sobre la comprensión y la capacidad de aplicar principios educativos, planificar actividades de aprendizaje y proporcionar retroalimentación. En particular, los participantes percibieron que había aumentado su comprensión de cómo implementar SCORPIO, CRS y OSCE. Sin embargo, a los participantes les hubiera gustado tener más oportunidades de observar la enseñanza en la cama del paciente. Los participantes previeron desafíos para la implementación de cambios educativos en Mongolia, incluida la dificultad anticipada de involucrar al personal del hospital en la enseñanza; implementar un enfoque de enseñanza centrado en el estudiante; y proporcionar a un gran número de estudiantes la experiencia clínica adecuada.
Conclusión: Los cambios en la estrategia educativa en Mongolia pueden ayudar a las escuelas de medicina a formar graduados clínicamente competentes. Nuestro programa proporcionó un medio eficaz para presentar a los líderes mongoles en materia de salud y educación los métodos modernos de enseñanza y evaluación de la educación médica centrados en el estudiante, y para destacar la importancia de la formación y evaluación de los docentes como estrategia para involucrar tanto al personal universitario como al hospitalario en la educación médica. Además, los resultados del programa ayudaron en las fases posteriores del proyecto, incluida la evaluación de las necesidades en el país, el desarrollo y la ejecución del plan de estudios.
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