Vishwajeet Singh, Rahul Janak Sinha, SN Sankhwar, Bandana Mehrotra, Nisar Ahmed y Seema Mehrotra
El carcinoma escamocelular de la pelvis renal y el uréter es una neoplasia maligna poco frecuente, con una incidencia del 6% al 15% (de todos los tumores uroteliales). Se han descrito pocos casos de carcinoma escamocelular primario de riñón en la literatura mundial. El inicio insidioso de los síntomas y la ausencia de signos patognomónicos, conducen a un retraso en el diagnóstico y el tratamiento posterior, lo que da como resultado un pronóstico grave para estos pacientes. En este artículo, informamos de 5 casos (tres hombres y dos mujeres) de carcinoma escamocelular primario avanzado de riñón que fueron tratados en nuestro centro durante los últimos 6 años. La edad promedio fue de 57 años (rango 50-65 años). Tres de los pacientes tenían antecedentes de enfermedad renal litiásica de larga duración, mientras que 3 tenían antecedentes de tabaquismo y 1 paciente tenía antecedentes de abuso de analgésicos. Estos casos fueron únicos porque en algunos de ellos; todos los cálices estaban afectados por el tumor - un tipo de patrón de cambio de campo que normalmente se observa en el carcinoma de células transicionales del riñón. En un paciente, también se observó un trombo en la vena cava inferior junto con una infiltración del duodeno por el tumor. A pesar de la nefroureterectomía inmediata, 4 de cada 5 pacientes murieron dentro de los 6 meses posteriores al tratamiento. Solo un paciente sobrevivió a los 5 meses de seguimiento. La nefrectomía con o sin ureterectomía es el tratamiento de elección en pacientes que padecen carcinoma de células escamosas del riñón. No hay evidencia de beneficios de supervivencia de la quimiorradiación después de la cirugía, pero algunos la defienden con la esperanza de que pueda aumentar la supervivencia. Se recomienda la biopsia de la pelvis renal o de la pared calicial en el momento de la extracción de cálculos en pacientes que tienen antecedentes de larga data de cálculos renales grandes o cálculos coraliformes, ya que estos pacientes pueden albergar una malignidad oculta o manifiesta.
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