Gayatri Baiju
Hoy en día, la diferencia entre lo virtual y lo real se está reduciendo. Lo virtual se está volviendo real. El mejor ejemplo es el ciberactivismo, que se identifica como un tipo más nuevo de activismo en el que las protestas convencionales se sustituyen por la publicación de estados y el intercambio de un pensamiento político entre los usuarios cibernéticos. Antes de la popularización de los nuevos medios, la agitación se llevaba a cabo saliendo a la calle y protestando utilizando carteles en las paredes, realizando huelgas y reuniones donde un líder habla a la audiencia y les hace comprender la necesidad de su protesta. Pero ahora ese sistema ha sido completamente asumido por un nuevo tipo de activismo llamado ciberactivismo. En este caso, los discursos de una hora del líder se sustituyen por tweets breves o limitados en caracteres o actualizaciones de estado de líderes que hasta entonces no eran populares. Estos líderes, aunque menos conocidos e identificados, toman el mando del poder a través de las armas de las redes sociales. El ciberactivismo es cualquier estrategia que busque cambiar la agenda pública e incluir un nuevo tema para el debate social mediante la difusión de un determinado mensaje. Este mensaje se difunde mediante un proceso de boca en boca que se multiplica por medios electrónicos de comunicación y publicaciones personales.
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