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Relación entre enfermedades autoinmunes y desequilibrios en poblaciones de células T colaboradoras/supresoras después de quimioterapia con rituximab para linfoma no Hodgkin

Abstract

Satoko Oka, Miho Hiramatsu, Tomoaki Kawano, Naruto Matsuoka y Masaharu Nohgawa

En pacientes con linfoma no Hodgkin se han descrito anomalías inmunológicas, como anemia hemolítica autoinmune (AIHA) y púrpura trombocitopénica inmunitaria (ITP). En algunos casos, las células del linfoma producen anticuerpos anti-glóbulos rojos o plaquetas. Sin embargo, también se han descrito casos de aparición de enfermedades autoinmunitarias sin recurrencia de linfomas. La relación entre las enfermedades autoinmunitarias con el trasplante de médula ósea y la enfermedad de Hodgkin puede atribuirse a disfunciones inmunitarias, en particular las que afectan a las células T. Este fenómeno autoinmunitario puede estar relacionado con desequilibrios en las poblaciones de células T colaboradoras/supresoras. Se han descrito desequilibrios en las poblaciones de células T colaboradoras y supresoras después de la quimioterapia R-CHOP, y se observó la recuperación de los recuentos séricos de IgG y CD4+ más de 2 años después de la terapia R-CHOP en pacientes con linfoma de células B. En este informe, presentamos el caso de un hombre de 87 años que fue tratado con quimioterapia que contenía rituximab y mantuvo una remisión completa. Sin embargo, la inmunofenotipificación de la sangre periférica y de las células mononucleares de malva ósea reveló una relación CD4/CD8 invertida. Dos años después, desarrolló PTI. Fue tratado con inmunoglobulina intravenosa y eltrobopag, y la trombocitopenia mejoró. Cinco años después, desarrolló neumonía y anemia hemolítica repentina con resultado positivo de Coombs causada por autoanticuerpos contra el antígeno D y trombocitopenia sin recurrencia del linfoma. Fue tratado con prednisolona y una dosis de pulso de metilprednisolona; sin embargo, su respuesta a la terapia fue pobre y posteriormente falleció. En este informe, informamos de un caso en el que se han mostrado desequilibrios invertidos en las poblaciones de células T auxiliares/supresoras durante 2 años después de la terapia con R-CHOP, desarrolló AHAI y PTI sin recurrencia del linfoma. Es importante el seguimiento a largo plazo de los recuentos de células T después de las quimioterapias que contienen rituximab, así como prestar especial atención a los signos de infección.

Descargo de responsabilidad: este resumen se tradujo utilizando herramientas de inteligencia artificial y aún no ha sido revisado ni verificado

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