Bruce M Rothschild y Sabine M Breit
Las enfermedades humanas a veces se representan a través de líneas filogenéticas. Su reconocimiento a veces se ve comprometido por el uso diferencial (entre la medicina humana y veterinaria) de términos de diagnóstico. Un impulso importante para tal cambio es el reconocimiento de opciones de tratamiento adicionales que no se considerarían para el diagnóstico/categoría reemplazados. Los sindesmofitos caninos se reconocen como identificadores de espondiloartropatía. Este estudio examina la especificidad racial de esos cambios.
Los esqueletos axiales y las articulaciones periféricas (cuando estaban disponibles) de 1323 perros, identificados como reproductores, fueron examinados para evidencia de sindesmofitos y enfermedad de la articulación sacroilíaca.
Se encontraron sindesmofitos en 315 de los 1323 esqueletos axiales examinados, extremadamente comunes en Boxer y Pastor Alemán; raros, en Beagle, Chihuahua, Dachshund, Maltés y Pug. Observado por primera vez a los 2 años de edad, su prevalencia aumentó geométricamente durante los siguientes 13 años. Todos los individuos afectados pesaron más de 2 kilogramos y la prevalencia aumentó geométricamente hasta 39,9 kilogramos. La espondiloartropatía se presentó en el 17,3% de los perros braquicéfalos, en contraste con el 35,0% de los perros mesticéfalos [Chi cuadrado = 16,972, p < 0,0001].
La presencia de sindesmofitos identificó la artritis subyacente como espondiloartropatía, no osteoartritis. El reconocimiento de los hallazgos vertebrales como característicos de esta artritis inflamatoria ofrece una oportunidad para controlar el proceso de la enfermedad y mejorar la calidad de vida del perro afectado.
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